El G7 reiteró este lunes su apoyo económico a Ucrania y su capacidad para «actuar con rapidez» ante el «continuo despliegue militar ruso en la frontera», mientras el canciller alemán, Olaf Scholz, sigue apostando a la vía diplomática y viajó a Kiev para dar la solidaridad y el apoyo de Alemania a la exrepública soviética. «Estamos preparados para actuar con un mayor respaldo económico y financiero en Ucrania de una forma fuertemente coordinada y en un plazo muy breve», afirmaron los ministros de Finanzas del G7 (los siete países occidentales más desarrollados) en un comunicado difundido en la mañana del lunes y recogido por las agencias de noticias Sputnik y AFP.

Los responsables de Economía de Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia subrayaron su compromiso para intervenir en ayuda de Kiev al tiempo que respaldan los esfuerzos para «identificar una vía diplomática hacia la desescalada». Los ministros advierten además que las sanciones colectivas del bloque «tendrán consecuencias masivas e inmediatas para la economía rusa».

Ucrania recibió paquetes de ayuda internacional por un valor superior a los 48.000 millones de dólares desde 2014, de acuerdo con estimaciones del G7. Paralelamente, Scholz declaró hoy camino a Kiev que espera de ver señales que apunten a que Rusia reduzca las tensiones. «Urgentemente esperamos señales de una desescalada de tensiones por parte de Moscú. Una mayor agresión bélica tendrá graves consecuencias para Rusia», dijo Scholz, citado por su servicio de prensa.

El líder alemán viajará el martes a Moscú, donde tiene previsto reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, para exigir al Kremlin una «urgente señal» de distensión. El canciller germano dijo este domingo en Berlín que en su viaje a Kiev y Moscú quiere «aprovechar para ver cómo podemos garantizar la paz en Europa». Varios medios ucranianos especulaban hoy sobre si a Scholz le espera una recepción fría en Kiev, producto de la negativa de Alemania de proporcionar a Ucrania armas como sí hacen otros países europeos.

Ucrania exigió una reunión urgente con Rusia y los países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), tras acusar a Moscú de no compartir informaciones sobre sus masivos desplazamientos de tropas en la frontera ucraniana. Las tensiones en torno a Ucrania se fueron agravando en los últimos meses por la acumulación de tropas rusas cerca de la frontera ucraniana, que Occidente interpreta como preparativos para una posible invasión.

Rusia rechaza esas sospechas, defiende el derecho a mover fuerzas dentro de su propio territorio según lo estime conveniente y acusa a la OTAN de buscar pretextos para emplazar más equipamiento militar cerca de las fronteras rusas. Según el canciller ruso, Serguei Lavrov, Occidente desata la «histeria» para encubrir el sabotaje por parte de Ucrania de los Acuerdos de Minsk, que sientan las bases para una solución política del conflicto armado interno en Donbáss.