por Juliette MICHEL
Wall Street adora el cannabis y se lanza hacia empresas especializadas con inversores que apuestan masivamente al creciente apetito por los efectos terapéuticos o sicoactivos de la hierba.
La acción de Tilray, una firma canadiense que cotiza en Nueva York, aumentó 47,12% a 228 dólares. Tilray debutó en Wall Street a mediados de julio con un precio de 17 dólares y ahora tiene un valor bursátil de 20.000 millones de dólares.
Cronos y Canopy Growth, otras dos empresas canadienses que se capitalizan en Wall Street, ganaban a esa hora 23,10% y 5,70% respectivamente.
Tilray había subido el martes 29% tras ser autorizada por las autoridades sanitarias de Estados Unidos a enviar cannabis para uso terapéutico en el marco de ensayos clínicos.
Su CEO, Brendan Kennedy, estimuló aún más a los inversores cuando la noche del martes declaró que vendedores de bebidas alcohólicas y laboratorios farmacéuticos quieren quedar a cubierto del entusiasmo por el cannabis. Kennedy dijo que las farmacéuticas precisan protegerse ante el riesgo de que el cannabis sustituya, por ejemplo, a los analgésicos. Paralelamente «creo que todas las empresas distribuidoras de alcohol deberían entrar en el sector», añadió. «Es buena oportunidad a nivel mundial», apuntó.
Kennedy sostiene que el cannabis se encamina a generar un volumen de negocios de 150.000 millones de dólares.
Constellation Brands, dueña de las cervezas Modelo y Corona invirtió hace pocas semanas 4.000 millones de dólares en la canadiense Canopy Growth. La cervecera Molson Coors también buscó una alianza con Hydropothecary para fabricar bebidas con infusión de cannabis.
Y el coloso Coca Cola dijo el lunes que está estudiando la creciente utilización mundial del CBD, un principio no sicoactivo del cannabis, como ingrediente de algunas bebidas.
«Ridícula valorización»
La industria del cannabis «es un sector que evidentemente observamos, la cuestión es saber en qué punto se normalizará», dijo Quincy Krosby, directora de inversiones de la firma Prudential.
A su juicio, los inversores se enfriaron cuando un artículo de la publicación Político mencionó la posibilidad de que quienes pongan dinero en la industria de la marihuana tengan luego problemas para entrar a Estados Unidos.
Las leyes federales estadounidenses prohíben el cultivo, venta y utilización de la marihuana. Empero 29 estados autorizan su uso médico y unos pocos el consumo recreativo.
Canadá se convertirá el 17 de octubre en el segundo país del mundo que legaliza el cannabis recreativo, cinco años después que Uruguay.
La progresiva legalización del cannabis tendrá efectos en sectores más tradicionales como el de los cigarrillos o algunas compañías agroalimentarias, según Krosby.
Varios actores del mercado miran, en cambio, con escepticismo el auge del cannabis en Wall Street.
La sociedad Citron Research, conocida por apostar regularmente a empresas en declive, considera «ridícula» la valorización de Tilray.
«El movimiento de Tilray está más allá de toda comprensión», dijo Citron Research en su cuenta de Twitter. La firma considera que este envión de las empresas dedicadas al cannabis ha generado una burbuja.