La policía de Brasilia hizo este martes un cordón con la tropa de choque para evitar el paso de miles de activistas de la ultraderecha a la Plaza de los Tres Poderes y al Supremo Tribunal Federal, en el marco de las manifestaciones convocadas por el presidente Jair Bolsonaro que tienen como argumento la intervención militar de la Corte Suprema, que lo investiga por actos antidemocráticos.
«De ninguna manera permitiremos la llegada a la Plaza de los Tres Poderes. Nuestra prioridad es impedir el acceso a la plaza, pero al mismo tiempo garantizar la libertad de expresión», dijo el coronel Jorge Naime, jefe de Operaciones de la Policía Militarizada de Brasilia.
La plaza separa a los tres poderes de Brasilia, el STF, el Congreso y el Palacio del Planalto.
Bolsonaro pretende hablar a las 10:00 a la multitud que llegó este lunes por la noche a la Explanada de los Ministerios, mientras que por la tarde viajará a San Pablo, donde habrá otra concentración.
Los manifestantes, liderados por camiones del agronegocio que financia la protesta contra la corte y el Congreso, derribaron un bloqueo para ingresar a la Explanada de los Ministerios de la policía de Brasilia antes de la medianoche.
El acto es considerado una demostración de fuerza del presidente, quien se encuentra en el piso de su popularidad y aparece como derrotado para su reelección el próximo año, aunque mantiene por el momento una alianza con partidos de la derecha tradicional que le impide a la oposición un juicio de destitución dentro del Congreso.
A 3 kilómetros, en la torre de TV de Brasilia, grupos de izquierda antibolsonaristas han convocado a manifestarse en el tradicional Grito de los Excluidos, como ocurre todos los días de la Independencia.
Bolsonaro, quien adelantó que puede haber una «ruptura» con el Supremo Tribunal Federal, firmó el lunes un decreto para anular el marco jurídico de internet que impide a las plataformas digitales anular publicaciones consideradas ‘fake news’, una medida calificada como inconstitucional por juristas y por la que ya protestaron las empresas estadounidenses Facebook, Twitter y Google.
La jornada de los 199 años de la celebración de la independencia tendrá a Bolsonaro como eje central contra Alexandre de Moraes, el juez de la corte que lo investiga a él y a decenas de sus aliados por financiar actos antidemocráticos que incluyen amenazas de muerte a los magistrados y sus familias.
Moraes bloqueó las cuentas de la Asociación Productores de Soja (Aprosoja) a pedido de la fiscalía general para determinar si existe un financiamiento de las manifestaciones golpistas para pedir una intervención militar.
Dos activistas bolsonaristas fueron detenidos este lunes por la noche por decir en las redes sociales que habrá recompensa para quien asesine a Moraes.