Los principales dirigentes del MAS-IPSP se reunieron este domingo en Buenos Aires junto con su líder Evo Morales, para organizar un próximo congreso sin precedentes que deberá elegir al candidato que representará la continuidad del presidente forzado a renunciar en Bolivia por el golpe de Estado de noviembre.
El encuentro comenzó a las 8:30 en el Hotel Bauen y estaba previsto que participen algunos de los cinco precandidatos del movimiento político boliviano, uno de ellos refugiado en la Argentina, el excanciller Diego Pary. Según los coordinadores, la extensa jornada prevé la participación de al menos dos representantes de cada uno de los nueve departamentos de Bolivia, con exposiciones sobre coyuntura y sus propuestas de cara al futuro electoral. Se calcula que, como máximo, esta primera reunión contará con cerca de 50 participantes.
“No se van a analizar candidaturas, sino toda una hoja de ruta para llegar a esta gran reunión en la que se defina al elegido”, explicaron a Tiempo. Ya lo había adelantado el propio Evo en su cuenta de twitter: “La convocatoria es para dirigentes departamentales y nacionales del MAS-IPSP (…) para planificar y decidir, dónde y cuándo será el encuentro para elegir a candidatos a presidente y vicepresidente”.
Ese encuentro puede convocar a cerca de un millar de personas y se realizará en alguna ciudad de la frontera de Argentina con Bolivia. Algunas fuentes señalaban a la ciudad salteña de Orán, pero el entorno de Evo no lo confirma. Más que nada por cuestiones de seguridad. “Hay que coordinarlo con las autoridades argentinas”, explican. La fecha de la reunión debería fijarse también hoy, aunque posiblemente sufra modificaciones una vez que el Tribunal Superior Electoral ponga fecha a las elecciones generales, algo que sigue pendiente a pesar de haber nombrado a las nuevas autoridades.
Ese congreso futuro tendrá un carácter extraordinario para el partido de Evo. Por primera vez en 14 años deberá elegir a un aspirante por fuera de quien ha sido el candidato natural del movimiento y presidente por casi tres períodos consecutivos.
El proceso augura un debate encendido no exento de internas que ya empiezan a aflorar. La presidenta del Senado y oriunda de El Alto, Eva Copa, anunció que no participará, según el diario Página Siete, y la Federación Departamental de Campesinos de La Paz Tupaj Katari acaba de pronunciar su apoyo “unánime e innegociable” a David Choquehuanca y además pide al entorno de Evo Morales que “dé un paso al costado pues mal o bien ya cumplieron sus funciones y su tiempo”. Choquehuanca fue canciller entre 2006 y 2017 y representa al pueblo aymara, una de las grandes comunidades del Estado Plurinacional. Es un cuadro muy valorado, pero no el único. El propio Pary, quien cumplía la misma función en el gobierno hasta el golpe de Estado, representa al pueblo quechua, también muy extendido en el país.
Otro precandidato es el exministro de Economía Luis Arce, considerado el responsable de haber impulsado la economía en Bolivia gracias a la motorización del mercado interno. Los otros dos posibles candidatos son dos cuadros jóvenes muy cercanos a Evo y muy presentes en su discurso. Una es Adriana Salvatierra, politóloga, senadora y vicepresidenta renunciante del Senado por el golpe. El otro es Andrónico Rodríguez, politólogo y alto referente de las Seis Federaciones Cocaleras del Trópico de Cochabamba. Ambos estuvieron de paso por Buenos Aires en los primeros días de Evo y al cierre de esta edición se desconocía si estarían presentes en la reunión de hoy.
Más allá del entusiasmo, el escenario electoral no es muy favorable. En la entrevista publicada la semana pasada en este diario, el propio Evo confesó su temor a que la derecha, hoy en el gobierno de facto, pueda recurrir al fraude, algo de lo que fue acusado él mismo y no se pudo corroborar más allá de “irregularidades” en algunas mesas. Además aún no están convocados los comicios y si bien depende de la decisión del TSE, el gobierno de facto no hace nada para impulsar ese llamado que, por Constitución, ya debería haberse hecho. En cambio mostró su malestar por las actividades políticas de Evo, a quien quisieran ver tras las rejas, y hasta criticaron al gobierno argentino por refugiarlo. “Qué pena que algunos países se estén convirtiendo en el refugio de delincuentes”, dijo la ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga.
Quienes también mostraron su incomodidad fueron funcionarios diplomáticos de los Estados Unidos en Buenos Aires. El viernes, los consejeros de la embajada MaryKay Carlson y Christopher Lee Andino se reunieron en la Casa Rosada con el futuro embajador en Washington, Jorge Argüello, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz y el canciller Felipe Solá, para expresar un mensaje de repudio a “la actividad política de Evo Morales en Argentina”, por mandato del Secretario Adjunto Interino para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Michael G. Kozak, según confirmaron a Tiempo fuentes vinculadas con diplomacia. El pedido “no es procedente” y difícilmente sea atendido, ya que las decisiones soberanas no pueden cuestionarse y el carácter de refugiado no impide al líder boliviano hacer política, pero marcan el punto de encuentro entre Donald Trump y el gobierno de facto. «
Golpistas contra México y España
España enviará funcionarios a Bolivia para aclarar qué sucedió el viernes en la residencia de la embajadora mexicana en La Paz. El gobierno de facto denunció que encapuchados españoles intentaron entrar «clandestinamente» en la sede donde están asilados diez exfuncionarios del gobierno del depuesto presidente Evo Morales. El confuso incidente podría agravar las tensas relaciones entre México y Bolivia y salpicar también a España.
Según la ministra boliviana de Relaciones Exteriores, Karen Longaric, personas «identificadas como funcionarios de la embajada de España en Bolivia, acompañados por encapuchados, intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia diplomática de México en La Paz».
El gobierno español explicó que el incidente se produjo cuando la encargada de Negocios en Bolivia, Cristina Borreguero, y el cónsul, Alvaro Fernández, visitaron la sede diplomática. La prensa española afirmó de fuentes diplomáticas que los «encapuchados» eran agentes del grupo especial de la policía, GEO, que escoltaban a los diplomáticos.
Días atrás, el gobierno mexicano había denunciado «hostigamiento y amedrentamiento» por la presencia de uniformados en los alrededores de la embajada y reiteró su temor de que el gobierno boliviano ingrese por la fuerza para detener a los antiguos funcionarios.