Corea del Norte está preparada para responder a cualquier ataque nuclear con los mismos medios, dijo este sábado el régimen de Pyongyang, respondiendo indirectamente a las declaraciones del presidente estadounidense de que el «problema» norcoreano iba a ser «tratado».
La capital norcoreana celebró este sábado con un desfile militar el «Día del Sol», el nombre oficial del día del nacimiento de Kim Il-sung (15 de abril de 1912 – 8 de julio de 1994), abuelo del actual dirigente nororeano.
Después de pasar revista a su guardia de honor, el actual líder Kim Jong-un, vestido con un traje negro, supervisó a las tropas que desfilaron por la plaza Kim Il-Sung, junto a las máximas autoridades militares del país.
Tras una selva de 21 cañonazos, decenas de miles de soldados de la infantería, la Marina y la Aviación, desfilaron con el paso de la oca, girando la cabeza hacia el balcón donde se encontraba el líder norcoreano.
Algunos destacamentos portaban fusiles de asalto o lanzagranadas y otros tenían gafas de visión nocturna y llevaban la cara pintada.
Tras ellos, aparecieron los tanques y las armas que preocupan a la comunidad internacional: un total de 56 misiles de 10 clases distintas, transportados por remolques y camiones.
Pyongyang ha sido objeto de varias resoluciones de la ONU que buscan impedir que el país se dote de una tecnología nuclear y balística.
El país asiático, que ha llevado a cabo cinco pruebas nucleares en los últimos meses, quiere elaborar un misil intercontinental capaz de llegar hasta Estados Unidos, algo que, según el presidente estadounidense Donald Trump, «no ocurrirá».
Además de celebrar el «Día del Sol», Pyongyang utilizó el desfile para hacer una demostración de fuerza y enviar un mensaje a Washington, Seúl, Tokio y otros sobre la capacidad militar del país.
Kim no habló durante el acto, pero el vicepresidente de la Comisión de Asuntos de Estado, segundo en la jerarquía del país, pronunció un discurso desafiante en el que advirtió que el país está listo para reaccionar a cualquier provocación.
«Estamos preparados para responder a una guerra total con una guerra total y estamos listos para responder con ataques nucleares propios a cualquier ataque nuclear», dijo Choe Ryong Hae, vicepresidente de la Comisión de Asuntos de Estados.
Las grandes tensiones
Según numerosos observadores, Corea del Norte podría aprovechar el desfile para realizar este sábado, un nuevo disparo de misil balístico o, incluso, su sexto ensayo nuclear.
Un informe de los analistas de «38 North», una web de referencia sobre el régimen de Pyongyang, asegura que el sitio de pruebas nucleares Punggye-ri, en el norte del país, está «preparado y listo» para un ensayo.
Trump prometió el jueves que el «problema» norcoreano sería «tratado». Anteriormente, había anunciado el envío de un portaaviones escoltado por tres navíos lanzamisiles hacia la península coreana, y después aludió a una armada con submarinos.
China, considerada como única aliada de Corea del Norte, advirtió que un «conflicto podría estallar en cualquier momento» y repitió que «el diálogo es la única salida».
Pekín aboga por una solución en la que Corea del Norte abandone sus pruebas nucleares y balísticas a cambio de que Estados Unidos y Corea del Sur detengan sus ejercicios militares en la región, algo que Washington rechaza.
Por su parte Rusia dijo también estar «muy preocupada» y pidió «moderación a todas las partes para evitar «cualquier acción que pueda ser interpretada como una provocación», declaró el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov.
Nuevas armas
Los expertos militares observan con atención estos desfiles en búsqueda de elementos que permitan saber más sobre los programas militares de Pyongyang.
En el desfile se expusieron lo que podrían ser nuevos misiles intercontinentales o prototipos, y el Pukkuksong, un misil balístico lanzado desde un submarino, que Pyongyang probó con éxito en agosto, indicaron varios analistas.
Los cohetes transportados por remolques parecían más largos que los actuales misiles KN-08 y KN-14, añadieron.
Chad O’Carroll, director del servicio especializado NK News, dijo a la AFP que éstos últimos podrían ser misiles balísticos intercontinentales de combustible líquido, o prototipos de uno.
«Sería un gran punto de inflexión una vez desplegado, pero todavía les queda un largo programa de pruebas por delante», dijo O’Carroll.