La cuenta personal de Twitter del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue desactivada brevemente por un empleado de esa red de microblogging que aprovechó su último día de trabajo para hacerlo, informó hoy la compañía.
La cuenta de Trump (@realdonaldtrump), que tiene casi 42 millones de seguidores, estuvo inactiva ayer por la tarde durante 11 minutos, lapso en el que quienes intentaron visitar el perfil del mandatario se encontraron con el mensaje «Lo siento, esa página no existe «.
En un principio, Twitter atribuyó a «un error humano» el cierre «inadvertido», pero después reconoció que éste lo produjo intencionalmente un empleado, informó el diario The Washington Post en su edición digital.
El hecho desató preocupación sobre quién tiene acceso a los perfiles del presidente en las red y las implicaciones de ese acceso en momentos en que Twitter está bajo escrutinio por el papel que desempeñó en la difusión de propaganda rusa durante las elecciones presidenciales de 2016.
Twitter es la red social favorita del presidente estadounidense, a través de la cual modificó de raíz la comunicación de la Casa Blanca desde que llegó al poder con continuos anuncios gubernamentales, enfrentamientos de todo tipo y comentarios que generaron temores de potenciales conflictos diplomáticos.
En el pasado, la compañía suspendió otras cuentas de alto perfil por violar sus términos y condiciones, pero este es el primer caso en el que un empleado haya actuado por su cuenta para desactivar un perfil.
Una vocera de Twitter dijo que no se divulgará nueva información sobre la investigación y que aún no estaba claro cómo ese empleado tuvo acceso a la cuenta del presidente y si las violaciones de seguridad llevaron a la desactivación posterior.
Un empleado de la compañía citado por The Washington Post dijo que «muchos» empleados de Twitter pueden suspender la cuenta de un usuario, pero que muchos menos -solo algunos cientos- tienen el poder de desactivar un perfil. Trump, que utiliza la cuenta desde marzo de 2009, tuiteó más de 36.000 veces.
Los Archivos Nacionales aconsejaron a la administración Trump que preserve todos los mensajes como registros presidenciales.