Moscú
Las imputaciones al Gobierno sirio del uso de armas químicas en Idlib se desmoronan ante la falta de pruebas, sostuvo Borís Dolgov, experto del Instituto ruso de Orientalismo.
La Coalición Nacional de Fuerzas Opositoras y Revolucionarias de Siria responsabilizó el martes al Ejército gubernamental de un supuesto ataque químico en la provincia de Idlib que dejó 80 muertos.
«Las informaciones no se sustentan con evidencias o hechos», dijo Dolgov.
Las acusaciones, indicó, son parte de una campaña para desacreditar al presidente sirio Bashar al Assad.
«Los que están detrás de esta campaña se basan en las declaraciones de la Coalición Nacional de Fuerzas Opositoras y Revolucionarias de Siria y del Observatorio Sirio de Derechos Humanos asentado en Londres y que no tiene medios para seguir la situación en el terreno», subrayó.
En su opinión, es absurdo afirmar que el Ejército sirio haya usado armas químicas en una zona en la que actúan sus propios soldados.
Dolgov lamentó que el presidente estadounidense Donald Trump se haya sumado a esta campaña «propagandística» sin entender antes lo que realmente sucedió.
A su vez, Anatoli Tsiganok, director del Centro de Pronóstico Militar, sostuvo que el Ejército sirio pudo atacar un depósito de armas de los terroristas tal y como lo comunicó el Ministerio ruso de Defensa.
«No pongo en duda que Assad haya podido bombardear realmente un arsenal de armas químicas», indicó.
El experto recordó que la inteligencia rusa alertó en reiteradas ocasiones que los terroristas de Daesh (autodenominado Estado Islámico y proscrito en varios países, incluida Rusia) trasladaban constantemente armas químicas a Siria procedentes de otros países.
Recordó que el Gobierno sirio destruyó por completo su arsenal químico con la ayuda de la comunidad internacional.
«Asad mostró donde estaban las municiones, los almacenes y todas las armas químicas fueron retiradas del país», puntualizó.
Los expertos coincidieron en que es difícil determinar qué países proporcionaron componentes o las propias armas químicas a los terroristas.
«Circulaban datos de que los terroristas recibían ilegalmente los componentes a través del territorio turco», dijo.
Tsiganok apuntó que los expertos rusos documentaron ataques con armas químicas perpetrados por los radicales en Siria.
El propio Gobierno sirio rechazó las acusaciones lanzadas por la oposición por los sucesos de Idlib y atribuyó el incidente a los terroristas.
La ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) iniciaron una investigación y hasta el momento no han publicado sus conclusiones sobre los posibles responsables.