Las fuerzas de derecha y extrema derecha en Perú siguen cerrando filas con la presidenta interina, Dina Boluarte, y de paso fustigando y demonizando al expresidente Pedro Castillo, detenido desde el 7 de diciembre pasado por un presunto cargo de rebelión. El viernes, en su última jornada antes del receso, el Congreso aprobó dar inicio a una acusación constitucional contra el expresidente por la presunta comisión de los delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión, de acuerdo con una denuncia de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, presentada en 2022. La aprobación contó con 59 votos de la derecha (se requerían 50 votos) y 23 en contra de los partidos de izquierda, que denunciaron un «linchamiento contra Castillo».
En una maratónica sesión que duró todo el día, el pleno aprobó declarar «persona no grata» al presidente colombiano Gustavo Petro y extender la agenda parlamentaria para el tratamiento de proyectos de adelantamiento de elecciones, algo en lo que no logra el acuerdo de los dos tercios requeridos. A la vez otorgó a Boluarte facultades por 90 días para legislar por decreto sobre economía y reforma del Estado. Un espaldarazo en momentos en que gran parte de la opinión pública reclama su renuncia en protestas callejeras, un conflicto latente desde la destitución a Castillo por un golpe de Estado Parlamentario, que registra más de 60 muertos por la represión y enfrentamientos con la policía y multiplica las denuncias contra la acción Estatal.
La líder del partido de extrema derecha Fuerza Popular, Keiko Fujimori, excandidata presidencial derrotada por Castillo en el último balotaje, aseguró que no piensa presentarse a elecciones para «terminar un mandato», pero coincide con Boluarte en la necesidad de adelantar los comicios. Lo dijo tras mantener una cumbre con la presidenta interina, una reunión anunciada oficialmente como parte de «una serie de encuentros en busca de una solución a la crisis que atraviesa el país», que según Fujimori fue «amplia, larga y sincera» y permitió establecer la «coincidencia» en que «la única salida a la crisis es adelantar las elecciones generales para este 2023».
Las reuniones de Boluarte habían comenzado el jueves con el partido de derecha Somos Perú y tenía previsto seguir en esa línea, aunque el principal espacio de izquierda, Perú Libre, con el que Boluarte llegó al poder acompañando a Castillo en la boleta, ya anunció que rechaza cualquier encuentro con el Ejecutivo «mientras los implicados en la ejecución extrajudicial de 65 hermanos peruanos no salgan del Gobierno», según expresó el presidente del partido, Vladimir Cerrón. «A Keiko Fujimori le es natural reunirse porque en pleno vuelo se unen los pájaros de un mismo color», agregó, en línea con lo que denunciaron Castillo y otros dirigentes que lo apoyan, sobre un pacto previo al golpe entre Boluarte y la derecha.
A tono con el sentimiento popular, el humorista Carlos Tovar Samanez recreó para el diario La República una caricatura de aquella cumbre, donde se ve a Boluarte y a sus colaboradores más estrechos sentada frente a Fujimori, dialogando amistosamente, ante una mesa que está conformada por hileras de ataúdes.
Boluarte no tiene planeado renunciar y traslada al Congreso la decisión de poner fecha a las elecciones. La discusión se trabó con los sectores de izquierda que quieren incluir en esos comicios una consulta popular para establecer o no una Asamblea Constituyente que sancione una nueva Carta Magna que deje atrás a la legada por Alberto Fujimori. Tambien porque la modificación de la fecha de elecciones requiere una reforma constitucional, que debe ser aprobada por el Congreso con mayoría calificada de dos tercios durante dos períodos legislativos consecutivos. La prórroga del viernes haría posible que ese adelantamiento se produzca este año, si se consiguen las mayorías. Por otro lado, se podría abrir una nueva posibilidad esbozada por Perú Libre el mismo viernes. Desde la cuenta oficial se surigió que «Castillo tiene posibilidades de ser repuesto por la CIDH, solo un nuevo proceso electoral podría truncarlo». La Comisión visitó el país en enero para observar las posibles violaciones contra manifestantes. Paralelamente, un equipo jurídico presentó ante este y otros organismos internacionales el caso del expresidente por considerarlo contrario los Derechos Humanos y en contra de la jurisprudencia más reciente de la corte interamericana.
«La dirigencia política y sindical está amenazada de muerte»
Recién llegado de Perú, tras integrar la Misión de Solidaridad Internacional, junto con otros dirigentes argentinos, el secretario general adjunto de la CTA y titular de ATE Capital, Daniel Catalano, conversó con Te aviso con Tiempo –que se emite por AM350, todos los sábados de 11 a 13–. En la entrevista el Tano detalló de forma descarnada la controvertida situación que advirtió en Lima y las otras localidades visitadas.
Algunas de sus frases fueron:
* «La situación en Perú es muy crítica. Hay tres ejes para la izquierda: la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el llamado urgente a elección presidencial y la conformación de una nueva Constitución».
* «Nueve de cada diez peruanos quieren reformar la Constitución pero el gran desafío es cómo hacer para que no lo haga la derecha».
* «Lo que se vive en Perú desde la destitución de Castillo es como el 2001 de Argentina. La diferencia es que está sostenido desde diciembre hasta ahora».
* «Hay asambleas populares, paro por tiempo indeterminado y manifestaciones todos los días a las 17».
* «En todo el Perú no hay fuerza política que no diga que Estados Unidos es parte del golpe de estado».
* «Lo que no pueden hacer a través del lawfare lo hacen a través de la fuerza represiva».
* «En este momento, toda la dirigencia política y sindical está amenazada de muerte».
* «Todos los congresales, sin importar su color político, aumentaron entre un 100 y un 1000% su patrimonio, según un informe al que pudimos acceder. Es una demostración de la corrupción imperante».
El Tano Catalano relató que la misión saolidaria estuvo con la familia del depuesto Pedro Castillo y le entregó una carta de solidaridad de las Madres de Plaza de Mayo. En ese sentido acotó: «Nos reunimos con las dos hermanas, están muy solas y toda la familia de Castillo está amenazada».