Seguidores del presidente y candidato republicano a la reelección, Donald Trump, protestaron en los centros de conteo de votos en las ciudades de Detroit y Phoenix a medida que los resultados empezaron a favorecer a su rival Joe Biden, mientras que miles de manifestantes que apoyan al demócrata salieron a las calles a exigir que continúe el recuento en los estados en los que todavía no se definió la elección.
Las protestas se desataron después de que el mandatario insistiera, sin pruebas, en que había problemas en el recuento de los votos, especialmente en los enviados por correo, e impugnara el escrutinio ante la Justicia en varios estados.
Ataviados con ropa de la campaña de Trump, los manifestantes de Phoenix se juntaron en el estacionamiento del centro electoral del condado de Maricopa, donde se encuentra Phoenix, y corearon consignas contra los medios que daban por ganador a Biden.
A ellos se unió el representante Paul Gosar, un republicano de Arizona y partidario de Trump, quien declaró que no permitirían que «se roben la elección», informó la cadena CNN.
Mientras, adentro del centro electoral, observadores de los dos principales partidos políticos contaban las boletas en un procedimiento transmitido en vivo por Internet en todo momento.
La policía bloqueó la entrada al edificio y el conteo siguió hasta la noche, informó la vocera del Departamento de Elecciones del condado de Maricopa, Megan Gilbertson.
Por su parte, dos funcionarios del condado, uno demócrata y otro republicano, emitieron un comunicado en el que expresaron su preocupación por la circulación de información errónea.
“Todos deberían querer que se cuenten los votos, ya sea que se envíen por correo o se emitan en persona. Una votación precisa lleva tiempo. Esta es una prueba de democracia, no de fraude», sostuvieron Clint Hickman, presidente republicano de la Junta de Supervisores del Condado de Maricopa, y el Supervisor Demócrata, Steve Gallardo.
Mientras tanto, desde la ciudad de Nueva York hasta Seattle, miles de manifestantes que apoyan a Biden se volcaron a las calles para exigir que se contabilizaran todos los votos.
En Portland, Oregon, que fue escenario de protestas contra el racismo en los últimos meses, la Guardia Nacional salió a reprimir una manifestación en el centro de la ciudad en la que según las autoridades hubo una «violencia generalizada».
Varios de los manifestantes portaban armas de fuego, como rifles. Y una de las pancartas contra el racismo y el antiimperialismo de la marcha contenía la imagen de un rifle de asalto y la consigna «No queremos a Biden. Queremos venganza».
Después de la protesta, las fuerzas locales y federales reprimieron y detuvieron al menos a 10 personas uqe habría atacado negocios y roto vidrieras
«Es importante confiar en el proceso y el sistema que ha garantizado elecciones libres y justas en este país a lo largo de las décadas, incluso en tiempos de gran crisis», expresó la gobernadora, Kate Brown, en un comunicado.
En Nueva York, cientos de personas marcharon por la Quinta Avenida frente a las decenas de tiendas de lujo que fueron tapiadas el día anterior ante el temor a los disturbios, mientras que en Chicago, los manifestantes marcharon desde el centro hasta una calle al otro lado del río pasando por la Torre Trump.
Protestas similares, a veces sobre las elecciones, a veces sobre la desigualdad racial, tuvieron lugar en al menos media docena de ciudades, incluidas Los Ángeles, Houston, Pittsburgh, Minneapolis y San Diego.