La cantante chilena Mon Laferte posó este jueves con los pechos desnudos en la alfombra roja del Grammy Latino con el mensaje «En Chile torturan, violan y matan» escrito en letras negras y mayúsculas. Un pañuelo verde, símbolo de la lucha por la legalización del aborto, rodeaba su cuello.
La intérprete, que había ganado un gramófono en la ceremonia previa a la gala del mayor premio de la música latina, dedicó el premio a Chile.
«Esto es para Chile y quiero leer una décima que me pidió una compañera cantora chilena (…) a raíz de lo que está pasando en mi país», dijo sobre el escenario en Las Vegas.
«Chile me dueles por dentro, me sangras por cada vena, me pesa cada cadena que te aprisiona hasta el centro, Chile afuera, Chile adentro, Chile al son de la injusticia, la bota de la milicia, la bala del que no escucha no detendrá nuestra lucha hasta que se haga justicia».
Las protestas sociales en Chile se encaminan a cumplir un mes, con un saldo de 22 muertos y jornadas de extrema violencia, saqueos e incendios, que buscan, entre otras demandas, una nueva Constitución que permita destrabar la crisis, la mayor desde el retorno a la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La cantante chilena Cami, nominada a mejor artista revelación, dedicó también unas palabras a la convulsionada situación de su país.
«Es bastante triste lo que estaba pasando pero increíble la forma como nos hemos manifestado y como la gente ha despertado», dijo el miércoles a la AFP en la gala para homenajear al colombiano Juanes como Persona del Año.
El puertorriqueño Residente, que se impuso este jueves con «Banana Papaya» en la categoría video versión corta, dedicó también su Grammy a «toda la gente que se está manifestando en Latinoamérica». «No podemos permitir que los gobiernos nos sigan cogiendo de pendejos», zanjó.