“Criminalizar las relaciones sexuales es irracional, arbitrario y manifiestamente inconstitucional”, declaró el presidente de la Corte Suprema de la India este jueves en un cambio legal histórico. Con la despenalización de la homosexualidad, India se convirtió en el 124 país del mundo en ampliar derechos a sus ciudadanos. Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch alzan los derechos de las personas pertenecientes a colectivos LGBT a la categoría de derechos humanos. Pero ya en junio de 2011 la ONU emitió la primera de una serie de resoluciones que reconocen los derechos de las personas LGTB y encaró el problema de las violaciones de derechos humanos basados en la orientación sexual y la identidad de género.
Sin embargo, la homosexualidad es reprimida en muchos países, incluso con la pena de muerte, mientras que en otros se reconoce los mismos derechos a las relaciones de personas del mismo sexo que a los de la población heterosexual.
Sólo nueve países contemplan la no discriminación por razones de orientación sexual en sus constituciones y únicamente tres –Brasil, Ecuador y Malta– prohíben las llamadas terapias de conversión. En el mundo hay 75 países que criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo e incluso ser gay o lesbiana puede costar la vida en 13 de ellos, según un informe de la Asociación Internacional LGTBI.
En el continente africano, unos treinta países prohíben la homosexualidad. Sudáfrica es una excepción, ya que legalizó el matrimonio gay en 2006. La adopción, la procreación médicamente asistida y la gestación subrogada están autorizados.
Contemplan la pena de muerte a las minorías sexuales países como Sudán, Somalia y Mauritania. Mientras que Gabón, Costa de Marfil, Malí, Chad, Mozambique o República Democrática del Congo las despenalizaron.
En el mapa del reconocimiento de estos derechos, en Oriente Medio predomina la legislación represiva. Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos contemplan la pena de muerte mientras que la legislación en Líbano es de las más tolerantes de la región. Israel, por su parte, no autorizó el matrimonio homosexual, pero lo reconoce cuando se ha contraído en el extranjero. Y si bien permite la adopción, excluye a las parejas homosexuales de la gestación subrogada
En el continente asiático, India acaba de despenalizar la homosexualidad y Taiwán va camino en convertirse en el primer país del continente en legalizar el matrimonio gay gracias a una sentencia de la Corte Constitucional de mayo de 2017. En Malasia, el 3 de septiembre pasado dos mujeres fueron recibieron seis golpes de vara cada una tras ser condenadas por un tribunal islámico por haber mantenido relaciones sexuales entre ellas. Por su parte, el Tribunal Supremo de Filipinas examina desde junio los argumentos en favor del matrimonio gay.
Europa es el continente pionero en el reconocimiento de derechos igualitarios. Holanda se convirtió en 2001 en el primer país del mundo en legalizar el matrimonio homosexual. En distintos momentos, siguieron sus pasos Bélgica, España, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Dinamarca, Francia, Inglaterra, Luxemburgo, Irlanda, Finlandia, Malta y Alemania. Austria lo autorizará a más tardar en 2019. Otros estados –como Hungría, República Checa, Austria, Croacia, Chipre, Suiza, Italia o Grecia– diferencian el matrimonio de las uniones civiles.
La mayoría de los países de Europa del Este (Lituania, Letonia, Polonia, Eslovaquia, Rumania o Bulgaria) no autorizan las uniones ni los matrimonios. Estonia es la primera exsoviética república en aceptarla unión civil a los homosexuales, en 2014. Eslovenia llevó el tema a las urnas y, si bien reconocen las uniones civiles, en 2015 rechazaron en referéndum el matrimonio entre personas del mismo sexo. La República Checa se propone incluir el matrimonio gay en su código civil y podría convertirse en el primer país poscomunista en hacerlo.
En Rusia, la homosexualidad se ha considerado un delito hasta 1993 y una enfermedad mental hasta 1999. Desde 2013, una ley castiga con multas y penas de cárcel cualquier acción de “propaganda” homosexual destinada a menores.
Holanda, Dinamarca, Suecia, España, Bélgica, Francia y Reino Unido autorizan la adopción de niños por parejas formadas por personas del mismo sexo (casadas o en unión civil). Otros países como Finlandia, Alemania y Eslovenia sólo permiten a los homosexuales adoptar a los niños de su cónyuge.
La procreación medicamente asistida se permite a las parejas lesbianas en diez países de Europa: Bélgica, Holanda, Reino Unido, España, Austria y los países nórdicos. Francia lo está estudiando.
La mayoría de los países europeos prohíbe la gestación subrogada. El recurso a los vientres de alquiler se autoriza, siempre que no se remunere, en Bélgica, Holanda o Reino Unido. A la inversa, Grecia la permite desde 2014 con una contraprestación económica.
En América del Norte, Canadá legalizó el matrimonio homosexual y autorizó la adopción, la procreación medicamente asistida y la gestación subrogada. La Corte Suprema de Estados Unidos legalizó el matrimonio gay en todo el país en 2015.
En América Latina, Argentina, Uruguay, Colombia y Brasil poseen legislaciones afines a la igualdad de derechos de las minorías sexuales. Ciudad de México se convirtió en 2007 en la primera ciudad de América Latina en autorizar las uniones civiles y dos años después, en 2009, legalizó el matrimonio gay.
Recientemente, en la nueva Constitución adoptada en julio, Cuba definió el matrimonio como la unión consentida entre dos personas, sin precisar el sexo, lo que abre legalmente la vía para las bodas gay. Un referéndum sobre este tema está previsto en febrero de 2019.