La presidenta Cristina Fernández y Fidel Castro forjaron una relación de respeto mutuo. En los sucesivos encuentros que mantuvieron, ambos expresaron su apoyo a la política de integración regional y expresaron su admiración común por un hombre al que tanto Cristina como Fidel consideraban un verdadero amigo: Hugo Chávez.
En una ocasión el líder de la revolución cubana pidió defender a la ex presidenta argentina ante los embates de la derecha internacional y la situó en el lugar de la mujer que representa el punto más alto de la lucha en América Latina. Así, con esas palabras, se refirió Fidel a Cristina, según contó la líder estudiantil y diputada chilena Camila Vallejos al dirigente de la CTA Hugo Yasky, durante un encuentro que ambos dirigentes mantuvieron en Santiago de Chile.
Las impresiones de Fidel sobre Cristina también quedaron reflejadas en algunas editoriales publicadas en el diario Granma. Es una persona de convicciones profundas, escribió el líder cubano en una de ellas, tras un encuentro de 40 minutos en La Habana que data del año 2009. Fidel aclaró que no hubo debates con Cristina, pero contó que el intercambio de ideas fue intenso e interesante como esperaba.
También destacó la capacidad de la presidenta argentina que, por su parte, consideró el encuentro muy emocionante- para desenvolverse en el ámbito académico. Cuando habló en el Aula Magna de la Universidad de la Habana, respondía rápidamente las preguntas de los estudiantes mostrando talento y capacidad de respuesta, opinó Fidel, quien además se refirió al carácter de Cristina.
Le gusta consagrarse al trabajo. Es capaz de proteger sus derechos cuando viaja a otro país, imponer un número de horas para hacer ejercicios y adaptarse, lo cual todos respetan.
En enero de 2014, cuando la cumbre de la CELAC, Cristina conoció a la familia de Fidel, con quien conversó de su amigo, el fallecido Chávez. Recuerdos imborrables. Nostalgias infinitas, resumió la presidenta argentina sobre lo que charló con Fidel sobre el líder bolivariano. El último encuentro entre ambos, que se dio nuevamente en La Habana en ocasión de la visita del Papa Francisco, fue en setiembre de 2015.
Dos años antes, el cubano saludó a Cristina por el nacimiento de su nieto, Néstor Iván, al que le envió «un ajuar de toallitas bordadas, sabanitas y pañalera, según contó la presidenta a través de su Twitter.