Felicitaciones, pero también preocupación y advertencias por eventuales retrocesos en derechos ya establecidos, fueron las primeras reacciones tras la victoria del partido de Giorgia Meloni en las elecciones legislativas italianas, que podrían consagrar a la líder del soberanista Hermanos de Italia como la primera mujer premier de la historia del país europeo.
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, dijo que su país estará «atento» al «respeto» de los DD HH y del aborto en Italia, en declaraciones al canal de televisión BFMTV. «El papel de la presidenta de la Comisión es recordar que en Europa tenemos unos valores y que cada Estado tiene que inscribirse en esos valores», advirtió la jefa del Gobierno francés.
Las declaraciones de Borne se producen horas después de que la derecha nacionalista se impusiera en la tercera economía de la Unión Europea (UE), que por primera vez desde 1945 será gobernada por una líder de la derecha conservadora. La formación Hermanos de Italia de Meloni obtenía según los últimos resultados oficiales un 26% y junto a sus aliados de extrema derecha de La Liga de Matteo Salvini (8,9%) y Forza Italia del magnate conservador Silvio Berlusconi (8,1%) sumaba 43,8% de los votos.
La extrema derecha ya controlaba Hungría y Polonia, y se fortaleció en países como Bulgaria, Suecia y Alemania. La Comisión Europea, que por lo general declina hacer comentarios sobre los procesos electorales de los integrantes del bloque, no oculta su preocupación.
El canciller español, José Manuel Albares, advirtió por su parte que los populismos «siempre terminan en catástrofe», tras la victoria de Meloni.
«Es un momento de incertidumbre y en los momentos de incertidumbre, los populismos siempre crecen y siempre terminan igual en catástrofe», declaró Albares durante un desayuno con la prensa, consignó la agencia de noticias AFP. «Dan respuestas sencillas a muy corto plazo a problemas que son muy complejos», agregó.
Para el jefe de la diplomacia española, la victoria de Meloni llega en un momento en que hay «dos modelos que se están enfrentando» en Europa, en un contexto de guerra en Ucrania.
«Uno es el modelo por el que apuesta el Gobierno de España decididamente por el que apuestan muchos países en Europa y es el modelo de la construcción europea», y hay «otro modelo que es el de Vladimir Putin», en el que «se miran fuerzas políticas en Europa y también en este país y es un modelo autoritario», precisó.
Alemania, por su parte, a través del portavoz del Gobierno, Wolfgang Büchner, señaló que espera que Italia siga siendo «muy favorable a Europa» pese a la victoria de Meloni.
«Italia es un país muy favorable a Europa, con ciudadanos y ciudadanas muy favorables a Europa, y partimos del principio de que eso no cambiará», dijo Büchner en una conferencia de prensa, mientras un portavoz del Ministerio de Finanzas dijo que Alemania espera que Italia «respete las reglas presupuestarias europeas».
El resultado italiano, sin embargo, también acercó felicitaciones como el del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, quien saludó la «gran victoria» de la derecha nacionalista italiana en un mensaje en Facebook en el que utilizó emojis para decir que los dos países serán fuertes juntos.
El partido gobernante en Polonia, Ley y Justicia (PiS), y los Hermanos de Italia forman parte del grupo derechista Conservadores y Reformistas Europeos (CRE). «Me alegro de que un partido del grupo CRE asuma la responsabilidad de otra nación europea», tuiteó la miembro del PiS y ex primera ministra Beata Szydlo. Otros políticos del Gobierno polaco destacaron los valores comunes entre ambos partidos, incluyendo su énfasis en los valores familiares católicos.
«La derecha europea es cada vez más fuerte (…). Derrotaremos a los comunistas, al izquierdismo y al lobby LGBT, a todos los que están arruinando nuestra civilización», dijo en Twitter el viceministro de Agricultura, Janusz Kowalsk.