El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, visitó Ucrania por primera vez desde la invasión rusa, hace más de un año, en un viaje simbólico que refleja el compromiso de la alianza con ayudar al país a defenderse.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, instó a Stoltenberg, que fue fundamental para recabar el apoyo a Ucrania de los miembros de la OTAN, a presionar a esos países para que entreguen más armas, incluyendo aviones de combate, artillería y blindados.
Rusia advirtió rápidamente que no se debe permitir que Ucrania se una a la OTAN.
Rusia ha dado varias razones para ir a la guerra, pero señaló repetidamente la expansión de la alianza militar hacia sus fronteras en los últimos años, e incluso expresó temores de que Ucrania se incorporada a la OTAN, como quiere Kiev.
Los líderes de la OTAN dijeron en 2008 que Ucrania se uniría a la alianza algún día, y el secretario general repitió esa promesa a lo largo de la guerra con Rusia.
“Permítanme ser claro, el lugar que le corresponde a Ucrania está en la familia euroatlántica”, dijo Stoltenberg en conferencia de prensa junto a Zelenski en Kiev.
“El lugar que le corresponde a Ucrania es en la OTAN”, declaró.
«El futuro de Ucrania está en la OTAN. Al mismo tiempo, el principal objetivo de la alianza, de los aliados, es garantizar que Ucrania gane», insistió.
El ex primer ministro noruego dijo que él y Zelenski discutieron un programa de apoyo de la OTAN.
“Esto lo ayudará a hacer la transición del equipo y las doctrinas de la era soviética a los estándares de la OTAN y garantizará la interoperabilidad total con la alianza”, dijo Stoltenberg.
“La OTAN está con ustedes hoy, mañana y durante el tiempo que sea necesario”, señaló.
Zelesnki dijo a Stoltenberg que «era hora» de que la OTAN invitara a Ucrania.
El presidente también le pidió ayuda para «superar la reticencia» de los «socios con la entrega» de armas de «largo alcance, aviación moderna, artillería y vehículos blindados».
La visita de Stoltenberg llegó sin previo aviso.
Antes de reunirse con Zelenski, imágenes difundidas por la prensa ucraniana mostraron a Stoltenberg, con su cabeza gacha, honrando a soldados caídos en combate en un memorial en la plaza de San Miguel de Kiev.
La visita, sólo dos días después de que el propio presidente ruso, Vladimir Putin, fuera a Ucrania a las zonas ocupadas por el Ejército ruso, tiene un simbolismo importante, pero su propósito exacto no quedó claro de inmediato.
La OTAN no tiene presencia oficial en Ucrania, pero Stoltenberg ha asumido un gran protagonismo durante la guerra.
El ex primer ministro noruego ha sido fundamental para obtener y coordinar el apoyo, incluidas armas, municiones y entrenamiento para las tropas ucranianas en conflicto, de los 31 países que componen la organización.
La OTAN, en tanto organización, solo proporciona apoyo no letal a Ucrania, como generadores, equipos médicos, tiendas de campaña, uniformes militares y otros suministros.
Numerosos líderes internacionales viajaron a Kiev durante el último año.
Stoltenberg había estado en Kiev antes de la guerra, pero esta es su primera visita durante las hostilidades. Los líderes de la OTAN dijeron en 2008 que Ucrania se uniría a la alianza algún día, y el secretario general repitió esa promesa a lo largo de la guerra.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que evitar que Ucrania se una a la OTAN sigue siendo uno de los objetivos de lo que Moscú llama su «operación militar especial» en el país vecino.
Una amenaza grave para la seguridad de RusiaEn una conferencia telefónica con periodistas, Peskov dijo que la adhesión de Ucrania representaría una «amenaza grave y significativa para nuestro país, para la seguridad de nuestro país».
A principios de este mes, Finlandia se unió a la alianza, dejando de lado décadas de neutralidad en un realineamiento histórico del panorama de seguridad de Europa posterior a la Guerra Fría.
Si bien la OTAN dice que no representa una amenaza para Rusia, la adhesión del país nórdico supuso un gran golpe político para Putin.
La membresía de Finlandia duplica la frontera de Rusia con la alianza de seguridad más grande del mundo.
Se espera que la vecina Suecia también se una en los próximos meses, posiblemente para cuando el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y sus homólogos de la OTAN se reúnan en la capital lituana, Vilnius, en julio.
La alianza se ha centrado en reforzar las defensas en su propio territorio para, según afirma, disuadir a Rusia de atacar a cualquier país miembro.
Según la garantía de seguridad colectiva de la OTAN, un ataque a un país miembro se considera un ataque a todos.
El viernes, Stoltenberg asistirá a una reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania en la Base Aérea de Ramstein, Alemania, con el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin.
Es el principal foro internacional para conseguir apoyo militar para el país devastado por el conflicto.
También este jueves, Dinamarca y Países Bajos anunciaron que planean proporcionar a Ucrania al menos 14 tanques de batalla Leopard 2 reacondicionados de fabricación alemana, a partir de principios de 2024.
El anuncio se suma a un compromiso anterior de Dinamarca, los Países Bajos y Alemania de suministrar al menos 100 tanques Leopard 1 A5 más antiguos.
Desde Ucrania reconocieron que recibieron de Estados Unidos las primeras baterías antiaéreas Patriot, justo cuando se espera el inicio de una contraofensiva ucraniana contra las zonas ocupadas por Rusia en el este y sur del país.