Bruselas, Bélgica
El secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, definió este miércoles a la OTAN como un «pilar fundamental», en sus primeras declaraciones ante unos aliados preocupados sobre el compromiso del presidente Donald Trump.
«La Alianza sigue siendo un pilar fundamental para Estados Unidos y para toda la comunidad transatlántica», aseguró Mattis en Bruselas en una rueda de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes de la reunión de los 28 ministros de Defensa.
Los aliados buscan despejar en esta primera reunión con la nueva administración de Estados Unidos sus dudas sobre las intenciones de Trump, quien, antes de llegar a la Casa Blanca, calificó de «obsoleta» a la organización y cuestionó el compromiso de ayuda mutua si los aliados no aumentan su gasto en Defensa.
Desde la investidura de Trump, a ambos lados del Atlántico se intenta hacer pasar el mensaje de que Estados Unidos sigue comprometido con sus aliados y, en este sentido, Stoltenberg consideró a su llegada que «el mensaje de esta reunión será un mensaje de unidad transatlántica».
El jefe del Pentágono quiso dejar claro que Trump «apoya fuertemente a la OTAN», aunque reiteró el llamado de Washington a un mayor gasto militar nacional. Este es el precio «necesario» para «defender la libertad», aseguró citando las palabras de un ministro europeo de Defensa.
Mayor ‘énfasis’
El gasto militar es el principal punto de desencuentro de Estados Unidos con sus aliados, un análisis compartido por el secretario general de la OTAN. Stoltenberg subrayó ante Mattis el aumento en un 3,8% en 2016 de esta partida entre los europeos y Canadá, si bien consideró que «no es suficiente».
A nivel nacional, sólo cinco de los 28 países de la OTAN -Estados Unidos, Reino Unido, Grecia, Estonia y Polonia- cumplen con el objetivo del 2% del PIB en gasto militar nacional que acordaron alcanzar antes de 2024 en una cumbre celebrada en Gales en 2014.
Algunos países, como Francia (1,78% en 2016), Alemania (1,19%) y España (0,91%), exigen que se tenga en cuenta el impacto en sus cuentas públicas de las operaciones llevadas a cabo por sus fuerzas armadas en el extranjero.
«España tiene intención de cumplir» con este objetivo de destinar un 2% del PIB al gasto militar, pero «iremos hablando poco a poco de cómo perfeccionarlo», aseguró la ministra española de Defensa, María Dolores de Cospedal, a su llegada a la reunión.
El aumento del gasto militar es una tradicional exigencia de Estados Unidos, si bien con Trump cambia «el énfasis» con respecto a su predecesor, Barack Obama, reconoció una fuente diplomática, para quien una «revisión o reforzamiento» del compromiso de Gales podría tener lugar en la cumbre prevista en mayo en Bruselas con el presidente estadounidense.
‘Segunda casa’ para Mattis
James Mattis es un fino conocedor de la OTAN, a su juicio, su «segunda casa», ya que este general retirado del cuerpo de ‘Marines’ fue entre 2007 y 2009 uno de sus principales jefes militares, al frente del Mando Supremo de Transformación.
Además del gasto militar, el encuentro de dos días también tendrá en el orden del día la lucha contra el terrorismo yihadista, especialmente en Oriente Medio y el norte de África, así como el despliegue de batallones aliados en países fronterizos con Rusia.
Los ministros tienen previsto acordar la coordinación desde el centro de mando de Nápoles (centro-sur de Italia) la lucha contra el terrorismo en el Sur del bloque, con el objetivo «de coordinar la información sobre países en crisis, como Libia e Irak, y ayudarlos» a hacerle frente, avanzó Stoltenberg.
Algunos países «desean que se reafirme firmemente el vínculo transatlántico», aseguró otra fuente diplomática sobre aquellos que acogen los batallones -Polonia, Letonia, Estonia y Lituania-, y a los que preocupa su vecina Rusia desde su anexión en 2014 de la entonces península ucraniana de Crimea.