El Partido de los Trabajadores denunciará a los jueces y a los agentes de la Policía Federal que no acataron la orden de un magistrado del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región, Rogério Favreto, de liberar de forma inmediata al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. «Vamos a presentar una reclamación ante la Corregiduría de la Policía Federal, hay que explicar por qué la Policía Federal no cumplió una decisión judicial y se puso del lado de Sérgio Moro (juez que encabeza la Operación Lava Jato) y de los dos jueces del TRF-4», argumentó la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann.
Lula fue encarcelado el 7 de abril y desde entonces cumple una condena de 12 años y un mes de cárcel por presuntos delitos de corrupción y lavado de dinero. Aunque hace unas horas, durante el domingo, estuvo a punto de ser liberado tras la presentación de un hábeas corpus a su favor. En un procedimiento muy confuso, la orden de liberación fue parte de una guerra judicial que finalmente mantuvo al expresidente tras las rejas.
El juez Favreto estaba de guardia el fin de semana y aceptó una petición de libertad mediante hábeas corpus presentada por dos diputados del PT. Así ordenó la inmediata puesta en libertad del dirigente, lo que debía ser cumplido por los agentes policiales de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde Lula está detenido. Pero muy poco después, horas apenas, otro juez del TRF-4 Joãom Pedro Gebran Neto negó la decisión de su colega argumentando que Favreto no tenía poder para emitirlo, pero éste volvió a publicar la orden y dio a la policía un plazo de una hora para liberar a Lula.
En el trámite urgente, también intervino Sérgio Moro, el juez que había condenado a Lula en primera instancia, argumentando que Favreto no podía ordenar la liberación de Lula, a pesar de que ambos jueces están subordinado al TRF-4. Finalmente, el presidente del TRF-4, Carlos Eduardo Thompson Flores, zanjó la discusión y bloqueó la eventual salida de Lula de prisión.
Tanto Moro como Gebran Neto estaban de vacaciones, dato que los simpatizantes de Lula usan para argumentar que la justicia está persiguiendo al expresidente, puesto que no deberían haberse pronunciado, respetando el rito procesal. «Moro llamó a la Policía Federal para que no cumpliera la orden (de liberar a Lula), y después articuló la entrada de otro juez que también estaba de vacaciones (Gebran Neto); ayer inauguramos una justicia que decide mientras está de vacaciones», criticó en la rueda de prensa el diputado del PT, Paulo Teixeira.
La presidenta del PT, por su lado, explicó que los abogados del exmandatario están estudiando «todas las acciones posibles» para defenderlo de lo que consideran un nuevo atropello. Adelantó que el partido prepara para este viernes un día de movilización nacional para exigir la liberación del líder izquierdista mientras, el 16 de julio los principales sindicatos protestarán frente a la sede del TRF-4 en Porto Alegre. «No aceptaremos más violencia contra Lula y haremos más denuncias; el mundo no entiende por qué la justicia brasileña se comporta de esta manera», aseguró Hoffmann, en referencia a la amplia repercusión internacional que tuvo la posible salida de Lula de prisión.
Lula continúa siendo el candidato del PT para las elecciones generales que Brasil celebrará en octubre y es favorito en todas las encuestas. Aunque es incierta su situación, ya que la legislación brasileña prohíbe candidaturas de condenados en segunda instancia. Pero el partido y sus abogados aseguran que recurrirán hasta el final, dado que consideran que es inocente y que está siendo perseguido para que no vuelva a gobernar.