El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la alianza de izquierda Sumar anunciaron este martes un acuerdo para formar un gobierno de coalición progresista, un paso importante para que el presidente del Gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, pueda retener el cargo, a la espera de que se sumen partidos independentistas catalanes.

Sánchez, secretario general del PSOE y jefe el Ejecutivo español desde 2018, y la líder de Sumar, Yolanda Díaz, actual ministra de Trabajo en funciones, «han cerrado los detalles de un pacto fruto de las negociaciones que han tenido lugar desde finales de julio», indicaron ambas formaciones políticas en un comunicado.

Este acuerdo supone un paso importante en las negociaciones de Sánchez, quien gobierna en coalición con la izquierda desde 2020, para tratar de ser investido nuevamente en una votación en el Congreso de los Diputados.

Pero para lograrlo, el socialista debe convencer aún a varios partidos independentistas para que le den su apoyo.

El acuerdo firmado entre el PSOE y Sumar servirá de marco «programático» para la próxima «legislatura», dijeron en su comunicado los dos partidos, que prevén ratificarlo oficialmente más tarde en presencia de los dos líderes.

El texto incluye, entre otros, «avances» en materia laboral «como la reducción de jornada sin reducción salarial» y «la implementación de forma inmediata de un plan de choque contra el desempleo juvenil», así como «la revisión al alza de los objetivos» climáticos de España, agregaron en el comunicado, informó la agencia de noticias AFP.

El PSOE de Sánchez terminó en segundo lugar en las elecciones generales del 23 de julio, por detrás del derechista Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo.

Este último, sin mayoría absoluta, no consiguió los apoyos suficientes de otras formaciones para ser investido presidente en el Congreso de los Diputados, abriendo la vía a intentar un nuevo gobierno de izquierda.

Para lograrlo, Sánchez debe obtener el apoyo de los independentistas vascos, entre ellos Bildu, formación considerada como la heredera de la vitrina política de la ya disuelta organización armada ETA, que ya comunicó que lo votará para evitar un Gobierno de derecha.

También necesita el apoyo de los separatistas catalanes, y especialmente de Juntos por Catalunia (JxCat), una de las formaciones clave en el fallido intento de secesión de esta región del noreste español en 2017, cuyo líder Carles Puigdemont huyó a Bélgica para escapar de la justicia española.

Tanto esta formación, que dispone de siete diputados, como Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) pusieron algunas condiciones para dar su apoyo a Sánchez, como la aprobación una amnistía de los independentistas con causas judiciales.

La negociación de un posible perdón legal es muy criticada por la derecha y la extrema derecha, así como entre algunos sectores del propio partido socialista.