Tras azotar casi toda la costa norte de Cuba de oriente a occidente, el huracán Irma se alejó el domingo de Cuba dejando una estela de daños materiales sin cuantificar, aunque con la confirmación de un total de diez víctimas fatales.
En su paso por el Caribe, la tormenta tropical dejó una treintena de muertos en el Puerto Rico, las islas Vírgenes, Barbuda, San Martín y San Bartolomeo. Sin embargo, los medios hegemónicos centraron toda su artillería informativa sobre lo que ocurría en el estado norteamericano de Florida y principalmente en la ciudad de Miami.
El Gobierno de Cuba informó que el huracán Irma dejó al menos 10 muertos tras su paso por la isla este fin de semana, donde provocó graves daños en los polos turísticos del país. «Después del paso del peligroso huracán Irma por el territorio nacional se ha reportado hasta el momento la lamentable pérdida de 10 vidas humanas», informó la televisión estatal, citando un informe de la Defensa Civil. Los fallecidos son de las provincias de La Habana, Matanzas, Camagüey y Ciego de Ávila, en el centro y occidente de la isla.
De acuerdo al informe, la mayoría de las personas murió a causa de derrumbes en los edificios dañados por el paso del huracán, que también provocó graves inundaciones en la costa norte de Cuba. En un mensaje dirigido a la población, Raúl Castro apeló al «espíritu de resistencia y victoria de los cubanos» tras el paso del «devastador» huracán, que causó «severos daños» al país, según el comunicado publicado en el diario oficial Gramma. Castro destacó que en estas circunstancias «ha primado la unidad de los cubanos, la solidaridad entre los vecinos y la disciplina ante las orientaciones emitidas por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil».
En el mensaje dirigido a los cubanos Castro precisó que el ciclón ha causado «afectaciones en las viviendas, el sistema electroenergético y la agricultura», y además golpeó algunos de los «destinos turísticos» de la isla. Estas zonas turísticas serán recuperadas «antes del inicio de temporada alta» en noviembre, precisó Castro. «Han sido días duros para nuestro pueblo, que en solo pocas horas ha visto cómo lo construido con esfuerzo es golpeado por un devastador huracán», dijo el Presidente cubano. El ciclón castigó durante el viernes y el sábado el litoral norte de Cuba de este a oeste con categoría 4, provocando graves inundaciones en la costa y obligó a evacuar a 1,7 millones de personas.
De acuerdo con apreciaciones preliminares, las inundaciones costeras causadas por el potente organismo ciclónico, es quizá la más severa ocurrida en el litoral habanero, donde en algunos puntos la altura del agua rebasó los 1,5 metros, principalmente en zonas bajas de malecón de la capital cubana.
Irma tocó tierra en Cuba a última hora del viernes, convirtiéndose en el primer huracán de categoría 5 en azotar la isla en décadas. Cuba sintió el huracán con más fuerza de lo que esperaba. Hubo daños materiales en los tejados y fachadas de las casas, también en el tendido eléctrico y distintas infraestructuras.
Hubo cortes de electricidad por toda la isla, incluida la capital La Habana, pero ya por estas horas las labores de reconstrucción y recuperación, intentan volver a la normalidad. Para algunos cubanos los efectos de Irma son devastadores. «Está todo destruido. No queda nada», le dijo una mujer a BBC Mundo.
En algunas localidades de la isla los vientos llegaron a ser de hasta 255 kilómetros por hora. El Instituto de Meteorología de Cuba informó que en algunos lugares el huracán fue tal la fuerza de las ráfagas de viento que se rompieron los dispositivos para medir su velocidad.
Irma, mientras tanto, continuaba debilitándose en su avance rumbo al norte junto a la costa suroeste de Florida, donde dejó al menos tres muertos y más de 3,8 millones de personas sin electricidad, El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unido subrayó que el huracán, que ya descendió a categoría 1, la más baja de la escala, presenta vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora, con algunas ráfagas de mayor velocidad.
El domingo tocó tierra en los Cayos de Florida, un conjunto de islas e islotes situados entre la península y el norte de Cuba.