La muerte de la cúpula del grupo Wagner al estrellarse el avión Embraer Legacy 600 en la región rusa de Tver generó una incógnita sobre el futuro de la organización de milicianos que protagonizó un levantamiento contra el gobierno de Vladimir Putin en junio pasado y fue clave en la guerra de Ucrania y en otros conflictos en Siria, Libia y África. Entre las víctimas figuran su controvertido líder, Evgeny Prigozhin y su segundo, Dmitry Utkin. Mientras tanto, la milicia privada ya habría designado al nuevo director de operaciones, Anton Elizarov, y el presidente Vladimir Putin firmó un decreto que obliga a que los combatientes juren lealtad al Estado ruso antes de su incorporación.
El Kremlin niega enfáticamente tener algún tipo de responsabilidad en el accidente, en el que murieron los tres tripulantes y los siete ocupantes de la aeronave, matrícula RA-02795, registrada a nombre de Prigozhin. Los medios occidentales deslizan sospechas y todo tipo de argumentaciones sobre una presunta venganza del mandatario ruso por la rebelión que encabezó su amigo y coterráneo, al que calificó en una suerte de responso como un “talentoso hombre de negocios (…) con un destino complicado que cometió graves errores en su vida” y se comprometió a investigar las causas del accidente.
Por lo pronto, las autoridades de control aéreo informaron haber encontrado la caja negra del aparato, clave para determinar lo ocurrido. El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, a la sazón protector de los Wagner desde que acordó que los milicianos ingresaran a su territorio para poner fin de manera pacífica a la revuelta, dijo que no puede imaginarse que el accidente haya sido un atentado ruso. “No puedo decir quién lo hizo, pero de ser un incidente intencionado, sería poco profesional”, indicó. Desde el Pentágono, en tanto, el vocero del Departamento de Defensa, Pat Ryder, calificó de “inexactas” las versiones de que un misil tierra-aire habría derribado la aeronave de fabricación brasileña. “No hay información alguna que lleve a pensar en eso”, señaló.
Prigozhin habría establecido las vías alternativas de comando en caso de muerte, lo cual es lógico en alguien que circula por algún campo de batalla. Lo extraño es que en ese caso los dos mandamases viajarán juntos con otros cinco «altos mandos». El tercero en la lista, que permaneció en tierra, sería Anton Olegovich Elizarov, quien tiene formación militar y se lució en la batalla de Soledar-Bajmut, meses atrás. Es considerado un héroe para los rusoparlantes del sureste de Ucrania, y su nombre de guerra es Lotus.
Según fuentes de inteligencia vinculadas a Kiev, Elizarov o Yelizarov, según las trasliteración, tiene 42 años, nació en la región de Rostov, pegadita a la frontera con las regiones en guerra de Donetsk. Egresado de la Escuela Militar de Ulyanovsk, completó sus estudios en la Escuela Superior Aerotransportada de Ryzan. Se supone que luego de un paso por la actividad privada como constructor y diseñador de interiores se incorporó a Wagner alrededor de 2018. Habría tenido participación en Siria, Libia y se lo cree actualmente en Mali. África es uno de los lugares del mundo en los que Prigozhin hizo negocios ofreciendo servicios militares pero también en minería y petróleo.
De Prigozhin, ya se dijo en estas páginas que tuvo un pasado turbulento como ladronzuelo y que tras el derrumbe de la URSS comenzó vendiendo panchos en las calles de San Petersburgo y luego puso un restaurante de lujo con el que logró insertarse en el mundo de la alta política al trabar relación con su paisano Vladimir Putin, que recién iniciaba su carrera en las grandes ligas rusas, como primer ministro, en los finales de 1999. (https://www.tiempoar.com.ar/mundo/yevgueni-prigozhin/)
El CV de Utkin, alguien no tan conocido en los medios -aunque sí para las autoridades occidentales, que lo incluyeron entre los sancionados tras el inicio de las operaciones militares rusas en Ucrania- lo recuerda como miembro del servicio de inteligencia ruso, GRU, de 53 años y participación en las guerras de Chechenia y Siria. También como admirador de la simbología nazi.
Otro personaje fallecido el miércoles es Valery Chekalov, jefe de logística de Wagner y administrador de su emporio gastronómico Concord y en una firma de fosfatos de Siria. La lista de víctimas fatales incluye a otros “wagneritas” con participación en las batallas disputadas por la empresa, como Alexandr Totmin, Sergei Propustin, Evgeniy Makaryan y Nicolay Matuseev, además de los tripulantes, Aleksei Levshin, Rustan Karimov y Kristina Raspopova. «