El interventor federal de la seguridad de Brasilia, Ricardo Cappelli, denunció que en el asalto de las hordas bolsonaristas contra los poderes del Estado en la capital del país del pasado 8 de enero la Policía Militar se enfrentó a atacantes «profesionales» y «entrenados» que se encontraban entre los agresores.

En este contexto, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, optó por no salir del país a medida que continúan las investigaciones por la asonada bolsonarista y envió al Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, a los ministros de Economía, Fernando Haddad, y de Medio Ambiente, Marina Silva.

«A pesar de los últimos acontecimiento terribles en Brasilia, tendremos una fuerte delegación ministerial brasileña, liderada por el ministro de Hacienda», destacó el presidente del Foro de Davos, Borge Brende, informó la agencia de noticias Europa Press.

En tanto, el Ministerio de Hacienda señaló que tras los hechos violentos en Brasilia, se generó un mayor interés por la presencia del gigante sudamericano en este foro, en el que tienen intención de mostrar que el ataque a las instituciones del 8 de enero «ya pasó a la historia» y siguen enfocados en la recuperación económica.

Tampoco acudirá, como estaba previsto en un primer momento, el vicepresidente, Geraldo Alckmin, quien también permanecerá en Brasil apurando los últimos detalles y nombres del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio, que encabeza, detalló el portal de noticias Metrópoles.

Desde el Gobierno de Brasil tienen previsto que Lula retome su agenda internacional ya la próxima semana con un primer viaje a la Argentina, donde se reunirá con el presidente Alberto Fernández el 23 de enero y participará de la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Ya para febrero, la intención es visitar la Casa Blanca y en abril Portugal. China es el otro país en el que se espera su llegada el primer semestre de 2023.

En paralelo, la Policía Federal anunció la detención esta mañana en el estado de Río de Janeiro de una persona sospechosa de organizar y financiar los actos golpistas de Brasilia.


«Muchos héroes han evitado lo peor. Los PM (policías militares) heridos en combate afirman que ‘se enfrentaron a profesionales’. ¿Financiación empresarial? ¿Estafadores entrenados en el campo de batalla? Una verdadera organización criminal. La noche del 8 aún no ha terminado. Vamos al final», tuiteó anoche Cappelli, designado interventor tras los ataques.

De acuerdo con el funcionario, «se enfrentaron a hombres profesionales entre los manifestantes, gente entrenada y preparada, que tenía nociones tácticas de choque, que tenía sus propios equipos para devolver granadas y que por poco mata a un policía».

Es el momento de «separar la paja del trigo» y castigar a todos aquellos agentes que fueron «cómplices» de los intentos de aquella turba golpista, manifestó además el interventor durante el programa Fantástico de la cadena brasileña Globo, según replicó la agencia de noticias Europa Press.

Cappelli destacó que 44 policías resultaron heridos en las refriegas de Brasilia. «El 8 no acabó todavía. Esa noche tiene todavía tras de sí muchas cosas, mucha historia detrás, mucha investigación y lo llevaremos hasta el final», aseguró.


Sin embargo, la Policía Militar, que depende de los estados, en este caso de Brasilia, también está siendo investigada y el martes pasado el juez de la corte suprema Alexandre de Moraes ordenó la detención de su excomandante Fabio Augusto Vieira, quien se encontraba en funciones el domingo durante el asalto a los edificios de los tres poderes.

Mientras tanto, la Policía Federal informó en un comunicado que «una persona fue arrestada en Campos dos Goytacazes (Río de Janeiro)» y que cumple otros cinco mandatos judiciales de búsqueda y aprehensión de documentos, además de tres órdenes de detención temporal, informó la agencia de noticias Sputnik.

La detención se produce en el marco de la «Operación Ulysses», que investiga a los líderes locales que bloquearon las rutas de Campos dos Goytacazes después de las elecciones en que el expresidente Jair Bolsonaro salió derrotado.

También se busca saber quién organizó las manifestaciones frente al cuartel del Ejército en la ciudad y si esas personas también estuvieron detrás de las caravanas que salieron de Río de Janeiro para participar en el intento golpista de Brasilia del 8 de enero.

Ese día, miles de bolsonaristas llegados desde todos los puntos de Brasil invadieron de forma violenta los edificios del Congreso Nacional, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial.

Los sospechosos se enfrentan a los cargos de asociación para delinquir, subvertir el Estado de Derecho e incitación a las Fuerzas Armadas contra los poderes constitucionales.

Por otra parte, mientas avanzan las investigaciones, la gobernadora interina del Distrito Federal, Celina Leao, informó que se duplicará la presencia policial para reforzar de manera permanente la seguridad de las sedes de los poderes públicos invadidos el 8 de enero.

Leao, quien fue designada interinamente tras la suspensión del bolsonarista Ibaneis Rocha, agregó que pasarán «de inmediato» de 240 a 500 policías militares destacados en los alrededores de la llamada Explanada de los Ministerios y de las sedes de los tres poderes públicos, que fueron vandalizados por adversarios del presidente Lula da Silva, una semana después de ser investido por tercera vez como mandatario.