El gobierno colombiano presentó el lunes la reforma de la salud con la que pretende, de ser aprobada en el Congreso, fortalecer la atención primaria, la prevención de enfermedades y llevar la atención sanitaria a todos los rincones del país.
La propuesta denominada “El Cambio hacia una Salud para la vida” consta de 152 artículos y se rige por el principio de universalidad.
El presidente Gustavo Petro indicó que las reformas presentadas durante su administración serán universales, para que ningún colombiano quede excluido.
La ministra de Salud, Carolina Corcho, presentó el proyecto de ley en un acto en la Plaza Núñez, en la capital del país, donde dijo que lo que buscan es «reivindicar con esta reforma el derecho fundamental a la salud».
Vamos a transformar el sistema para cubrir todo el territorio, sin excepciones, e incluir a todos los ciudadanos sin necesidad de tener un carnet de afiliación, expresó el jefe de Estado.
«Lo que queremos es que una médica pueda ir a atender en la casa de una familia campesina, por muy alejada que esté», explicó Petro.
El presupuesto para financiar la salud, según el proyecto, seguirá saliendo de los contribuyentes y del Estado.
La reforma buscará quitar el poder a las actuales Entidades Promotoras de Salud (EPS) que son las actuales intermediarias entre los contribuyentes y quienes prestan el servicio.
El proyecto de ley es considerado una de las más importantes propuestas por el gobierno de Petro enmarcada en su política de Paz Total, subraya que la salud es un derecho y no debe ser un privilegio o un negocio.
Antes de ser promulgada por el presidente colombiano, el proyecto de ley deberá superar cuatro debates en las dos cámaras del Congreso, donde puede sufrir modificaciones.
Comenzó el segundo ciclo de diálogo entre el gobierno y el ELN
El gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciaron este lunes en Ciudad de México la segunda ronda de negociaciones de paz, con una agenda centrada en un alto el fuego bilateral y la participación ciudadana en el proceso, después de recientes tensiones entre las partes.
Luego de una primera ronda de conversaciones el año pasado en Venezuela, las partes dieron comienzo al segundo ciclo de esta mesa de diálogo con un evento público encabezado por el canciller mexicano Marcelo Ebrard y los jefes de delegación del Gobierno colombiano y del ELN.
«Nos corresponde (…) reinterpretar al cese al fuego y no verlo solamente como una disminución de las confrontaciones armadas, sino fundamentalmente como una disminución de las hostilidades hacia la población civil y de las actividades ilegales generadores de daño y de violencia», dijo Otty Patiño, jefe de delegación del Gobierno.
Patiño subrayó la necesidad de «producir hechos» que demuestren que es posible alcanzar una paz con transformaciones sociales que «derroten el escepticismo y la desesperanza de un conflicto armado de tan larga duración», citó la agencia de noticias AFP.
Por su parte, el jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, detalló que en esta segunda ronda de diálogo se buscará acordar una agenda definitiva de negociaciones y se ocupará de las condiciones para «un cese del fuego bilateral, temporal y nacional».
Las conversaciones continúan «con la determinación de lograr una paz integral y duradera». Sin embargo, la mesa «no va a producir una revolución por contrato ni va a decretar una desmovilización automática de las rebeldías», subrayó.
En noviembre pasado y tras cuatro años de parálisis, el Gobierno colombiano y el ELN reiniciaron los diálogos de paz para extinguir el conflicto con la mayor guerrilla reconocida en Colombia tras el desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2017.
El nuevo ciclo formal de negociaciones se reactivó solo tres meses después de la llegada de Petro al Gobierno, en agosto de 2022, y bajo su política de «paz total» las delegaciones se reencontraron y debatieron entre el 21 de noviembre y el 12 de diciembre, en Caracas, la capital de Venezuela.