A fin de mes ingresará en el Tribunal Superior Electoral de Brasil el pedido formal de inscripción de un nuevo partido político para competir en las presidenciales de 2018, el Frente Favela Brasil. El principal impulsor de la agrupación, Celso Athayde, dijo a Sputnik que «el partido surge porque los negros no representamos absolutamente nada en el movimiento político, tenemos 513 diputados, ¿y dónde están los negros? No están y si están representan los intereses de otros sectores; si hay un negro entre los diputados evangélicos no habla como un negro, habla como un pastor».
Athayde es un activista del movimiento negro de 54 años nacido en la Bajada Fluminense de Río de Janeiro que unido a activistas de los barrios bajos de Brasil, a raperos y a deportistas amateurs conformó por un lado la Central Única de las Favelas (CUFA) y la Liga Internacional de Básquet Callejero (LIBRA por sus siglas en portugués).
Autodidacta, también escribió un puñado de libros de particular éxito editorial, como Falcão Lo chicos del tráfico y Cabeza de Cerdo y un Manual de Basquetbolistas. Hablar de favela es hablar de personas negras», señala Athayde al periodista Joan Royo Gual, del portal ruso, que de inmediato pone el tema en cifras: los negros son el 56 % de la población brasileña y en las favelas viven casi once millones y medio de personas, el 6% de la población.
La importancia no suficientemente difundida de este universo humano es que dentro de las villas miserias brasileñas circulan anualmente más de 20 mil millones de dólares, un volumen que da para afirmar, como el investigador Renato Meirelles, que hay un país llamado Favela.
Según destaca el sitio www.frentefavelabrasil.org.br, el propósito del partido es contribuir para una sociedad más justa e igualitaria, donde negros y favelados serán protagonistas de las disputas por los espacios de poder.
En cuanto a la ideología que lo sustenta, destaca que se basa en el concepto de buen vivir, que tiene por finalidad el reconocimiento cultural y social asociado a otros principios como la igualdad, la solidaridad, la inclusión, la libertad, la equidad social, el respeto al género, la participación y responsabilidad articulados en un régimen de desarrollo como garantía de dignidad humana.
Sin embargo, cuando se lo hace definir más claramente en qué lado del espectro político se ubicará el Frente de cara al próximo comicio, Athayde puntualiza que no quieren «levantar la bandera de la izquierda porque a veces la izquierda prohíbe conversar con otras tendencias como si fuera una traición, no queremos hacer críticas a ningún partido».
Por otro lado, agrega que no condena especialmente las reformas neoliberales que está implantando el gobierno de Michel Temer tras el golpe institucional contra Dilma Rousseff, sino la manera en que se están aprobando, esto es, en forme veloz y sin dialogar con la sociedad civil. En términos burocráticos, para inscribir el partido necesita el aval de 440.000 personas, pero Athayde está convencido de que sumará unos cinco millones de firmas.
«Los negros estamos aquí desde hace 500 años y en todo este tiempo no hemos conseguido crear un partido, ni siquiera en el estado de Bahía, donde somos el 87 % de la población, aunque al final no sea un éxito, el mayor legado de este partido será que los negros miren al país desde otro prisma, desde el poder y no solo desde la reparación», finalizó Athayde.