Para el presidente Donald Trump, Tik Tok es una aplicación destinada a recopilar datos privados de ciudadanos estadounidenses que luego utilizará el Partido Comunista chino para hacer maldades inconfesadas. “Así pueden rastrear ubicaciones de empleados y contratistas federales, crear expedientes de información personal para chantaje y realizar espionaje corporativo”, sostiene una orden ejecutiva firmada por Trump este jueves en la que prohibió cualquier operación con la casa matriz y pretende obligar a que una empresa “muy estadounidense” compre la red, que según cifras del gobierno tiene más de 175 millones de descargas y creció exponencialmente durante las cuarentenas. Microsoft se anotó en el primer lugar en esta carrera. Puede ser un negocio redondo para el gigante creado por Bill Gates para quedarse con un imperio como ese a precio de ganga.
Lo curioso es que al mismo tiempo que se difundió esta nueva ofensiva de Trump contra empresas informáticas chinas, a las que como Huawei, acusa de ser plataformas para el espionaje, el Wall Street Journal, quizás lo mas alejado que podría existir de simpatías con el partido comunista, publicó este viernes un informe donde se revela que una pequeña compañía creada por dos veteranos de guerra y con varios contratos con oficinas estatales de EE UU incorporó software en más de 500 aplicaciones de celulares que le permite rastrear a millones de personas en todo el mundo. Claro que a favor de Washington y no de Beijing.
Según el WSJ, Anomaly Six -vaya nombre- se jacta de ser “capaz de extraer datos de ubicación en cualquier móvil”. Para ofrecer su maravilloso producto al público “civil”, se publicita asegurando que numerosas agencias federales ya realizaron contratos con ellos para la provisión de sus servicios.
«Anomaly Six fue fundada por veteranos de contratación de defensa que trabajaron en estrecha colaboración con agencias gubernamentales durante la mayor parte de sus carreras y crearon una empresa para atender en parte a las agencias de seguridad nacio-nal, según registros judiciales y entrevistas», dice el informe del WSJ.
“Si está cansado del ruido y la falta de calidad de sus datos. Envíenos un correo electrónico a [email protected]”, propone la firma en su página de Linkedin. “Brindamos soporte analítico para evaluaciones de la cade-na de suministro, evaluación del mercado inmobiliario, análisis de patrones de senderos, análisis de lugares y deportes, evaluación de la gestión de riesgos para fusiones y adquisiciones, así como asistencia humanitaria y evaluaciones internacionales”, agrega.
“La compañía también explicó sus prácticas comerciales en una sesión informativa reciente en la oficina del senador Ron Wyden, cuyo personal luego lo describió al Journal. El demócrata de Oregon ha estado realizando una investigación sobre la venta de datos de ubicación de estadounidenses” continúa la investigación del periódico de negocios neoyorquino.
Según todas las evaluaciones de los expertos consultados, lo que hace Anomaly Six no es ilegal. Pero acarrea el riesgo de que particulares o los propios gobiernos puedan utilizar la información con fines no sometidos a escrutinio público.
Anomaly Six tiene su base en el 625 de la North Washington Street, Alexandria, Virginia. A unos 22 kilómetros de la sede central de la CIA; 50 de la NSA, la agencia denunciada por Edward Snowden por espionaje global y 140 de Quantico, la academia del FBI. Y a 15 kilómetros del edificio del Departamento de Estado de EEUU. Apenas cruzando el río Potomac.
Para la administración Trump, sin embargo, el peligro es Tik Tok, la aplicación creada Zhang Yiming.