El CEO de TikTok, Shou Zi Chew, aseguró este jueves que la empresa propietaria de la aplicación «no es un agente de China ni de ningún otro país», al declarar ante una comisión del Congreso de Estados Unidos formada por legisladores republicanos y demócratas que temen que Beijing utilice la plataforma para espiar o hacer propaganda.
La emisora británica BBC aconsejó esta semana a su personal eliminar TikTok de sus teléfonos.
La amenaza más grave proviene de Estados Unidos, cuyo Gobierno dio un ultimátum para que TikTok deje de ser propiedad china o enfrente un veto total en el país. Una prohibición sería un acto sin precedentes contra una empresa de medios por parte de Washington, pues privaría a 150 millones de usuarios mensuales en el país de una aplicación ya convertida -sobre todo para los jóvenes- en la principal fuente de entretenimiento después de Netflix.
La guerra fría alrededor de Tiktok
Chew dijo que «lo que se necesita son reglas claras y transparentes que se apliquen ampliamente a todas las empresas de tecnología: la propiedad no es el núcleo para abordar estas preocupaciones», agregó. «ByteDance no es un agente de China ni de ningún otro país», aseguró el directivo, un singapurense de 40 años sometido al interrogatorio de los legisladores que apuntaron sus cañones contra la app.
«TikTok ha elegido repetidamente el camino de más control, más vigilancia y más manipulación. Su plataforma debería estar prohibida», apuntó Cathy McMorris Rodgers, presidenta del Comité de Comercio y Energía de la Cámara de Representantes, al comenzar la audiencia. «El Partido Comunista chino puede recopilar información confidencial (de los usuarios estadounidenses de TikTok) y controlar lo que finalmente vemos, escuchamos y creemos», añadió la legisladora republicana.
En un momento particularmente incómodo, Chew reconoció que algunos datos personales de los estadounidenses todavía estaban sujetos a la Ley china, pero insistió en que pronto eso cambiará.
Los congresistas también confrontaron al directivo con ejemplos de usuarios jóvenes que promueven el suicidio o ejercicios peligrosos que han resultado fatales, un fenómeno que -no obstante- se repite en Instagram, Twitter, y otras plataformas. «Su tecnología está literalmente conduciendo a la muerte», dijo el congresista Gus Bilirakis, mientras señalaba a una familia en la audiencia cuyo hijo murió en una tragedia ferroviaria que, según sus parientes, estaba relacionada con TikTok.
Antes de la audiencia, el Ministerio de Comercio chino dijo que «se opondría firmemente» a una venta forzada, y subrayó que cualquier venta o escisión de TikTok requeriría la aprobación de las autoridades chinas. «Obligar a la venta de TikTok (…) socavará gravemente la confianza de los inversores de varios países, incluida China, para invertir en Estados Unidos», agregó Shu Jueting, portavoz de la mencionada cartera.
Una venta de la aplicación, aún con el acuerdo de todas las partes, sería muy complicada, pues separar el poderoso algoritmo de «TikTok y ByteDance sería como una operación de gemelos siameses», dijo el analista Dan Ives de Wedbush a la agencia de noticias AFP.
Este miércoles, una docena de adolescentes, profesores y dueños de negocios se dirigió al Congreso para sentar su voz de oposición a un veto de la aplicación y resaltaron los beneficios de TikTok en sus vidas y medios de subsistencia. Chew promueve un plan de la compañía, conocido como Proyecto Texas, para satisfacer las preocupaciones de seguridad nacional, según el cual el manejo de los datos de los usuarios en territorio estadounidense se limitaría a una división dirigida por Estados Unidos.