El bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra Cuba, que ya tiene una historia de más de medio siglo, provocó millonarias pérdidas a la isla. Según los cálculos del gobierno de Raúl Castro, supera lel billón de dólares.
Calificado por Cuba como una violación a sus Derechos Humanos, el bloqueo fue parcialmente impuesto en octubre de 1960, como una respuesta a las expropiaciones de propiedades y compañías estadounidenses en la isla. El 3 de febrero de 1962, el entonces presidente estadounidense John F. Kennedy recrudeció las medidas y el embargo llegó a ser casi total.
La medida implicaba que ningún país podía venderle a Estados Unidos ningún producto que tenga el 10% de materia prima cubana, mientras que la isla no podía comprar ningún producto que tenga un 10% de materia prima estadounidense. En el terreno médico, por ejemplo, eso ímpidió a las autoridades cubanas adquirir materiales fundamentales para asistir a los pacientes.
Cuba tampoco puede utilizar el dólar en sus transacciones financieras internacionales, tener cuentas en esa moneda en bancos de terceros países, ni acceder a la asistencia financiera que brindan las instituciones internacionales. Desde enero de 2009 hasta septiembre de 2013, Estados Unidos obligó a 30 entidades locales a pagar más de 2.446 millones de dólares por relacionarse con Cuba y otros países.El bloqueo contra Cuba es el más prolongado que se conoce en la historia moderna. Fue condenado 21 veces por las Naciones Unidas, ya que es considerado un lastre para la economía cubana.
En diciembre del año pasado, Cuba y EE UU anunciaron un restablecimiento de las relaciones bilaterales después de medio siglo de tensiones. La Casa Blanca autorizó viajes con fines específicos, el uso de tarjetas de crédito y débito dentro de la isla, la ampliación de las relaciones comerciales y financieras, y el aumento de los montos permitidos a las remesas familiares. Pero algunas de esas medidas todavía no terminaron de implementarse del todo.
En marzo, de todas maneras, las relaciones quedaron selladas con la visita de Barack Obama al presidente Raúl Castro en La Habana, luego de la reapertura de las embajadas respectivas. Pero aún el espinoso tema del bloqueo sigue vigente, a pesar de que para el gobierno cubano si bien el levantamiento depende del Congreso, la administración Obama tiene muchas vías para morigerar y atemperar la medida.
Muchos confían en que el histórico acercamiento pronto pondrá fin al bloqueo; otros, como Fidel Castro, viejo conocedor de las maniobras estadounidenses, prefirieron ser más cautos y sabe que aún falta recorrer un «largo camino». Si bien respaldó el acercamiento entre ambos países promovido por su hermano, Fidel aseguró que no confiaba en la política de EE UU, ni he intercambiado ni una palabra con ellos.
El legendario líder agregó: defenderemos siempre la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos.