El atentado perpetrado ayer jueves en pleno corazón de París en vísperas de las elecciones presidenciales del domingo en Francia gravita de forma ineludible sobre la decisión de los franceses, que ante los comicios más disputados de la historia reciente podrían verse empujados hacia un voto más «útil», sin esperar al balotaje.
«Hay mucha confusión. Los atentados seguro harán que suba Marine Le Pen, por eso creo que votaré a Emmanuel Macron», afirmó a Télam el taxista parisino Marc Laicchaui, de 54 años, quien ve al candidato liberal como la mejor opción para frenar a la líder del ultraderechista Frente Nacional (FN).
«Quiero que mi voto sirva de algo, y Macron es el único que está por encima de las divisiones de la izquierda, también me gusta su programa económico», apuntó por su parte Ana Mielwicz, de 34 años, quien también cree que Le Pen se beneficiará el miedo que los atentados infunden en los franceses.
«El temor está ahí siempre, en nuestra cabeza, y hay quienes se dejan llevar por ese sentimiento, muchas veces de forma irracional», dijo, parada junto a dos amigos afuera de un restaurante cerca de la Ópera de París.
Su compañero de trabajo, Gaby, de 24 años, apoyará asimismo al ex ministro del actual presidente socialista Francois Hollande, pero lo hará por una razón estratégica: «Tenemos que acabar con Le Pen en la primera vuelta», asegura, convencido de que la líder xenófoba aumentará su caudal de votos.
Lo que ocurrió anoche en los Campos Elíseos, la avenida más famosa y pintoresca de París, era lo más temido, pero aún así no dejó de ser inesperado. El ataque, un tiroteo que acabó con la vida de un policía y en el que resultó muerto también el atacante, sacudió la campaña electoral francesa en la recta final.
El Estado Islámico (EI) se atribuyó casi de forma inmediata la presunta acción extremista, sobre la que todavía quedan muchas incógnitas abiertas.
Mientras los parisinos recobraban hoy viernes su aparente normalidad, acudiendo a sus puestos de trabajo, paseando o haciendo compras en el mismo lugar del atentado ante la mirada de policías armados hasta los dientes, el golpe obligó a los candidatos a centrarse en el terrorismo, tema que funciona como un imán para Le Pen.
La candidata del FN, quien pelea cabeza a cabeza en los sondeos con el liberal e independiente Macron, favorito a ganar la Presidencia, aprovechó para sacar artillería pesada: pidió el cierre inmediato de las fronteras nacionales, la expulsión de los extranjeros fichados por los servicios secretos por radicalismo y el cierre de las mezquitas radicales.
«Durante diez años, bajo los gobiernos de derecha e izquierda, se ha hecho todo para perder esta guerra», declaró Le Pen, en un tono más duro de lo habitual desde su búnker electoral de París, en su única aparición pública después de haber suspendido sus actos de cierre de campaña por el ataque.
«Este ataque es un drama y Le Pen ha intentado sacar un provecho lamentable a nivel electoral en detrimento de la verdad», respondió el primer ministro socalista francés, Bernard Cazenueve.
Macron y el conservador Francois Fillon suspendieron sus mítines al igual que Le Pen, pero no por ello se quedaron en silencio, mientras el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, y el socialista Benoit Hamon, mantuvieron sus agendas.
Macron advirtió que los «terroristas» quieren «interrumpir el proceso democrático», por lo que pidió a los franceses que «no sucumban al miedo, a las divisiones y la intimidación», según un comunicado emitido por su equipo de campaña.
Consciente de que está en condiciones de disputarle votos a Le Pen en este campo, Fillon fue más concreto y avanzó que si gana las elecciones renegociará el tratado de libre circulación de la Unión Europea (UE), Schengen, y rearmará a Francia en seguridad y militarmente para hace frente al «islam radical», que «amenaza nuestros valores», según dijo.
«Tenemos que demostrar que no nos dejamos intimidar por el terror», sostuvo a su turno Mélenchon, candidato del movimiento Francia Insumisa, en un mensaje en las redes sociales antes de cerrar su campaña junto con Pablo Iglesias, el líder del partido izquierdista español Podemos.
Pese a que Macron y Le Pen llevan la delantera, el margen de error de los sondeos sitúa también a Fillon y Mélenchon con posibilidades de pasar al balotaje del 7 de mayo.
La situación de empate técnico, la elevada volatilidad del voto tras una campaña llena de sobresaltos en un contexto de hartazgo con las élites políticas tradicionales convierten estas elecciones en las más inciertas.
Con este complejo panorama, lo habitual sería que la movilización del voto detrás de una u otra candidatura se diese en la segunda vuelta. Sin embargo, al surgir un factor inesperado, como fue el presunto ataque yihadista, todo puede dar un giro inesperado.
Los electores, que antes veían pocos incentivos para optar por un voto estratégico, pueden sentirse tentados a adelantar su decisión.
«Creo que Le Pen ganó apoyos porque la gente no está pensando tanto en lo económico, sino en la cuestión del terrorismo, en el islam, en lo cultural», dijo Laicchaui, quien nació en Francia pero su familia es de origen argelino.
En las elecciones pasadas votó a Hollande, pero lamenta que no haya podido hacer mucho y que ahora el socialismo francés esté a la deriva y tenga que votar por Macron.
«Puede que los atentados beneficien electoralmente a Le Pen y Fillon, que están en la misma línea, ya que ambos promueven medidas duras contra la inmigración y los musulmanes, pero yo todavía no se si voy a votar», sostuvo otro parisino, Philipe Bertrand, de 44 años, que forma parte de ese tercio de los 45,7 millones de franceses habilitados a votar que piensan en abstenerse.
Mientras tomaba sol y almorzaba un sándwich, tampoco se mostró convencido Jules Breban, un ingeniero informático de 25 años, que personalmente dijo no temer un triunfo de Le Pen, «porque todos irán contra ella en la segunda vuelta».
No obstante, opinó que quizás es bueno votar al candidato que finalmente será presidente y, en ese caso, «Macron puede ser mi opción», avanzó, antes de que el domingo se despeje la incógnita de si pasará o no a la segunda vuelta.