Un día después de que los vagones del Tren Maya llegaran a su destino en el sureste de México, falleció Porfirio Muñoz Ledo, uno de los políticos más brillantes de los 50 años recientes en la historia de su país.
Porfirio, como le decíamos quienes lo conocíamos personalmente, fue un rebelde con causa. Su causa fue siempre un México soberano, democrático, fuerte y liderando las mejores causas de América Latina. Seguramente habría disfrutado la gran obra ferroviaria de 1500 kilómetros, destinada a impulsar el desarrollo de una zona que es una de las regiones con mayor potencial turístico del país y llega hasta los límites con Guatemala.
Su inteligencia y conocimiento nos impactó cuando, en el lejano 1978, preparábamos el curriculum académico de la sede de Flacso en Quito y, bajo el liderazgo del fundador de esa sede, el ya fallecido Gonzalo Abad Ortiz, invitamos a varios intelectuales y políticos latinoamericanos a transmitirnos experiencias políticas y académicas de la región.
Porfirio explicó la necesidad histórica que tuvo México de tener un sistema político con un partido hegemónico como el PRI para modernizar el Estado y garantizar pacíficamente su soberanía, limitando con el poderoso vecino del Norte que en el siglo XIX y principios del XX había amenazado la existencia misma de la nación mexicana.
También visualizó la futura necesaria democratización del sistema político mexicano, proceso del cual fue actor lúcido y vibrante.
Presidente del PRI con algo más de treinta años, sdecretario de Estado, embajador ante Naciones Unidas y la Unión Europea, integrante de los fundadores de la Corriente Democrática, parte del grupo de fundadores del PRD que postuló a Cuautemoc Cárdenas a la presidencia y posteriormente integrante de Morena. Porfirio fue el encargado de ponerle la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador en su rol de presidente de la Cámara de Diputados. También fue presidente del PRD, candidato presidencial del PARM y líder de Morena.
El rebelde con causa tenía a México, la política, el servicio público y el latinoamericanismo integracionista y liberador como sus grandes motivaciones vitales. Y nunca las abandonó hasta que se cuerpo físico le dijo basta este 9 de Julio de 2023.
El partido en el poder, el presidente AMLO, todos los precandidatos de Morena a la presidencia y todos los partidos integrantes del Frente Amplio que nuclea a la oposición política mexicana, le rindieron homenaje a su vibrante, eufórica y fecunda vida.
La Cámara de Diputados lo despidió con el minuto de silencio de rigor y el aplauso de todos los parlamentarios. Fue un acto de mexicana y civilizada convivencia. ¡Descansa en paz admirado Porfirio!