Estados Unidos ya no considera que las colonias israelíes en territorios palestinos sean «incompatibles con el derecho internacional», anunció el lunes el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un cambio en la política exterior estadounidense.
La declaración coloca a Washington en desacuerdo con prácticamente todos los países y con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y se produce justo cuando el centrista Benny Gantz intenta formar un gobierno para reemplazar al primer ministro Benjamin Netanyahu, un aliado cercano del presidente Donald Trump.
«Después de estudiar cuidadosamente todos los aspectos del debate legal, este gobierno está de acuerdo (…) [en que el] establecimiento de asentamientos civiles israelíes en Cisjordania no es, en sí mismo, incompatible con el derecho internacional», dijo Pompeo.
«Afirmar que el establecimiento de asentamientos civiles es incompatible con el derecho internacional no ha funcionado. No ha avanzado la causa de la paz», dijo Pompeo.
Hasta ahora la política estadounidense se basaba, al menos en teoría, en una opinión legal emitida por el Departamento de Estado en 1978 que decía que el establecimiento de asentamientos en los territorios palestinos capturados una década antes por Israel iba en contra del derecho internacional.
El cuarto convenio de Ginebra sobre las leyes de la guerra prohíbe explícitamente el traslado de civiles a los territorios ocupados.
Si bien Washington siempre ha solido vetar las medidas del Consejo de Seguridad contra Israel, el anterior presidente Barack Obama, exasperado con Netanyahu, permitió en sus últimas semanas en el cargo la aprobación de la Resolución 2334 que calificó los asentamientos israelíes como una «violación flagrante» del derecho internacional.
Pompeo dijo que Estados Unidos rechaza actualmente el enfoque de la administración Obama, aunque negó que se estuviera dando luz verde a Israel para construir más asentamientos.
La medida seguramente se interpretará como un impulso para Netanyahu, que está luchando por mantenerse en el poder tras no poder formar un gobierno de coalición.
Pompeo negó tal motivación. La presente resolución, dijo, «no está relacionada con nada que tenga que ver con la política interna en ningún lugar de Israel».