En sus primeros pasos como el presidente más joven de la historia del Ecuador, Daniel Noboa Azín tomó algunas pocas decisiones y realizó casi todos los nombramientos de su gabinete, pero aún no acaba de identificar el perfil con el que gobernará los dos años que deja vacante la salida anticipada de Guillermo Lasso. Tras haber logrado un importante acuerdo de gobernabilidad con el principal sector opositor, incluido el bloque mayoritario que responde al correísmo –al que venció en el balotaje– aún no se había confirmado el nombramiento de quien va a ocupar el ministerio clave de Economía.

Identificado con el poder económico más concentrado de su país, representado en el emporio bananero de su familia, compuesto por 156 empresas y con activos estimados en 1355 millones de dólares, el joven político de 35 años se considera de «centroizquierda», acaso por algunas posiciones favorables a la apertura, la diversidad y la inclusión garantizada desde el Estado, según su plataforma electoral, cuando no por su inclinación abiertamente favorable al libre mercado.

En su brevísimo discurso de asunción, el jueves último, Noboa apenas delineó algunas cuestiones básicas de lo que será su gestión, atravesada por una debacle económica, unas arcas públicas raleadas y la peor crisis de seguridad y avance narco, resultado del fallido mandato del exbanquero conservador. En términos muy generales, Noboa dijo que su primer objetivo será reducir la violencia e incrementar el empleo, que dejará atrás «los revanchismos», que se requerirán reformas económicas urgentes y que no se cerrará a la comunidad internacional.

Una de sus primeras medidas fue dar de baja una disposición del ministro de Trabajo saliente que ampliaba la carga horaria de trabajadores en forma abusiva. El anuncio fue acompañado por declaraciones a favor de los derechos laborales de la nueva ministra, Ivonne Núñez. Al mismo tiempo, Noboa derogó una tabla de consumo de drogas que permitía la posesión sin arresto de hasta 10 gramos de marihuana, un gramo de cocaína y otras sustancias, con el argumento de que «fomenta el microtráfico en las escuelas y crea una generación entera de niños adictos».

De los 23 integrantes de su gabinete nombrados hasta ahora, la mayoría son jóvenes y mujeres, garantizando la paridad que había prometido en campaña, empezando por la fórmula presidencial. La proveniencia es repartida entre profesionales, algunos con experiencia pública previa, y empresarios, como el ministro de agricultura, que viene también del sector bananero. El nombrado en Defensa es Giancarlo Loffredo, un experto en seguridad privada y amante de las armas, que en sus redes promociona cursos de tiro y defensa basados en la Escuela de Táctica Israelí.

Para el ministerio de Economía se espera que designe al economista Juan Carlos Vega Malo, empresario del rubro electrónico, con un perfil como asesor en agroindustria y finanzas. Vega fue la segunda opción de Noboa tras la declinación de Sahira Moya y al cierre de esta edición, aún no se producía su nombramiento.

Una de cal y una de arena

Una señal sobre la integración regional fue su reunión del viernes con el titular del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Sergio Díaz Granados. También su encuentro con el presidente colombiano, Gustavo Petro, y el compromiso de trabajar juntos, en marcada diferencia con otros mandatarios de derecha que rechazaron el trato con el presidente izquierdista. Por otro lado, Noboa anunció la reestructuración de la vicepresidencia y la singular función que cumplirá la vice Verónica Abad: será enviada a la Embajada ecuatoriana en Israel, donde ejercerá su misión única de «colaborar en nombre de Ecuador por la paz para evitar el escalamiento del conflicto entre Israel y Palestina», según el decreto Nº30. Más allá de este alineamiento simbólico, los medios especulaban conque este «exilio» tiene que ver con la mala relación que se fue gestando entre Noboa y Abad sobre el final de la campaña.

El mayor logro político del pr esidente sin dudas fue el acuerdo con los dos sectores principales de la oposición en la Asamblea Nacional. Producto del 37% obtenido por Luisa González en la primera vuelta del 20 de agosto, el bloque de Revolución Ciudadana es el mayoritario, con 51 miembros, en un total de 137 diputados. RC acordó con el Partido Social Cristiano y el oficialista Acción Democrática Nacional (ADN), ambos con apenas 14 escaños cada uno, nombrar como presidente legislativo al social cristiano Henry Kronfle. El acuerdo supone una garantía de gobernabilidad en la noción de que se vienen tiempos difíciles. También que no se fomentará la persecución judicial a dirigentes correístas, como ocurrió en los últimos dos gobiernos. Sin embargo, Kronfle aseguró que no está prevista «una amnistía a Correa», quien permanece exiliado en Bélgica.