El gobierno de Iván Duque sufrió esta semana un duro revés, cuando las organizaciones que integran el Comité del Paro Nacional rechazaron la convocatoria de «Conversación Nacional» planteada por el mandatario derechista tras las protestas de la semana pasada y fijaron una nueva movilización para el próximo miércoles. El golpe se profundizó con el rechazo de dirigentes contra la modalidad de la mesa de diálogo, que hasta ahora excluyó a los principales actores que llevan adelante las demandas que movilizan al pueblo colombiano. En su lugar, Duque se reunió con alcaldes, mientras que «la ciudadanía tiene sus propios voceros, organizaciones, agendas y demandas», criticó Claudia López, alcaldesa electa de Bogotá.
En un documento dirigido a Duque, «las organizaciones que constituyen el Comité Nacional del Paro, las y los congresistas de la Bancada por la Paz, las personas que integran el movimiento Defendamos la Paz y otros sectores de la ciudadanía que se han movilizado» pidieron que se los tome como representantes centrales en un diálogo «incluyente, democrático y eficaz con el Gobierno Nacional». Y advirtieron que “ni la forma ni el contenido de su propuesta de Conversación Nacional cumplen con esos requisitos mínimos y, por ende, no permiten avanzar».
Además de las organizaciones integrantes, el documento fechado el 28 de noviembre lleva innumerables firmas de dirigentes y referentes sociales y políticos de peso. Entre ellos está Humberto de la Calle Lombana, quien fuera el representante del gobierno de Juan Manuel Santos en el proceso de diálogo con las FARC y ex vicepresidente de la república. También el exministro de Medio Ambiente y miembro de la Comisión Nacional de Conciliación que formó parte del equipo de negociadores con el ELN en el gobierno de Santos, Juan Mayr Maldonado, entre otros.
El documento se presentó un día después de que otra huelga con manifestaciones masivas ganara las calles en Colombia, en una jornada que el gobierno desestimó, creyendo que el ánimo estaba diluido, pero con el correr de las horas se volvió multitudinaria. En las peticiones se espera que la agenda del diálogo contenga cinco puntos, entre los que se mencionan «cumplimiento de los acuerdos suscritos con los movimientos estudiantil, campesino y sindical, los pueblos indígenas y afrocolombianos, raizales y palenqueros, las comunidades del Chocó y Buenaventura, y otros sectores sociales»; así como la «implementación integral del Acuerdo Final de Paz, y que se exploren posibilidades para retomar los diálogos con el ELN».
Además, los manifestantes pidieron que «se garantice el ejercicio del derecho a la protesta, se desmilitaricen las ciudades y cese toda acción violenta contra las movilizaciones pacíficas de la ciudadanía por parte de la Fuerza Pública y, en especial, del Esmad», la unidad antidisturbios de la policía, ya que para este miércoles está convocada una nueva «gran jornada de movilización».
El jueves se confirmó que la muerte de Dilan Cruz, un estudiante de 18 años, se produjo por disparos en la cabeza con perdigones de plomo efectuados disparados por un miembro del Esmad.