«Hay un peligro para la Convención Constituyente, para el plebiscito, para la democracia», dice Doris González Lemunao, vocera de Gabriel Boric, el candidato de izquierda a la presidencia, de visita por Buenos Aires a tres días de la crucial elección que definirá el futuro del país transandino pero también de la región. Fue candidata a constituyente y se presenta como Trabajadora Social, Magíster en Hábitat Residencial, presidenta de la Fundación Feman y directora Fundación Fernando Castillo Velasco. También integra el Consejo Académico y Social del Instituto de Gobiernos Locales de Universidad Abierta de Recoleta y básicamente milita por la nueva Constitución y contra los resabios de la dictadura pinochetista, que se expresan a través de José Antonio Kast. Un postulante a la presidencia que llegó a decir que no pensaba respetar una nueva Carta Magna en caso de ganar el balotaje.
“Vine a la presentación del libro Ukamau. Conquistando la vida buena”, le cuenta a Tiempo, al inicio de esta charla. El texto escrito en colaboración con Valentina Abufhele y Alex Paulsen detalla la lucha del movimiento Ukamau, del que forma parte desde su creación, hace diez años. Pero básicamente en ese libro se celebra la concreción del barrio Maestranza, un proyecto de vivienda social inaugurado en octubre de 2020.
-Ukamau es un movimiento social que reivindica el derecho a la vivienda y la ciudad. Y ese barrio es un proyecto autogestivo que rompe muchos esquemas de la misma política de vivienda. En su momento hubo una oposición rotunda a este tipo de construcción donde los habitantes participan, diseñan sus barrios en conjunto con arquitectos.
-¿De donde provenía la oposición?
-La oposición venía de la institucionalidad, de los sectores de la construcción. Pero al final, cuando este barrio termina siendo una realidad concreta y las familias lo habitan incluso recibimos un premio de la Cámara Chilena de la Construcción, el Premio al Aporte Urbano, PAU, como un proyecto ejemplar de integración urbana. Para nosotros marca un hito muy importante, por eso contamos en este libro las experiencias de las mujeres que encarnaron esta lucha que llevamos adelante en todo este proyecto de construcción, no solo de viviendas sino de barrios, de hábitat adecuado en un momento que además nos parece profundamente relevante, como es el proceso constituyente que se está viviendo en Chile, como que es el de la construcción de una nueva Constitución.
-¿Creés que corre peligro la nueva Constitución según quien gane este domingo?
-Si Gabriel Boric no gana el domingo y gana el candidato de la ultraderecha el proceso constituyente y la nueva Constitución corren peligro. Eso es así de claro porque el mismo candidato ha dicho -aunque ha dado ahora alguna volteretas, diciendo que no es tan así – pero dijo que no va a reconocer una nueva Constitución. Incluso él alaba la Constitución actual, que es herencia de la dictadura de Pinochet y como además es defensor de esa dictadura, obviamente le parece que es correcta. Hay un peligro para la Convención Constituyente, para el plebiscito, porque la gente salió a votar mayoritariamente por el cambio y la creación de un nuevo cuerpo normativo. Es por lo que estamos luchando ahora, con un despliegue territorial de las convencionales, de los convencionales, en diferentes regiones del país, recogiendo las demandas, las cuestiones más importantes que van a hacer sustantivo este cambio.
-La participación ciudadana en la primera vuelta fue menor de la que se esperaba. No ocurrió lo mismo con el plebiscito. ¿Qué ocurrió?
-A muchos sectores le parecieron poco atractivos los candidatos, pocas claridades en sus programas, a diferencia de lo que fue la votación del plebiscito. Ahí se logró convocar a mucha más gente, hubo mucha más participación de la ciudadanía y esperamos que en esta segunda vuelta se logre más participación. La democracia también se defiende así. Con procesos eleccionarios, con las movilizaciones. Ha sido muy grande el despliegue territorial que hemos tenido en los barrios, en la poblaciones, con la gente, llevando las propuestas del programa puerta a puerta, muy fuerte en esas ultimas semanas, para tratar de convencer a esos que estaban dudosos y no sabían por quien votar, o votaron por el Apruebo en el plebiscito pero que ahora no participaron. Eso también marca desafíos para lo que viene y es que la política se construye con las mayorías y no entre cuatro paredes, que ha sido una de las principales demandas que se generaron a partir de octubre de 2019 con el estallido social. Estas visitas que realiza la convención a las regiones, a las localidades, a la población también es un ejercicio sustantivo de un cambio que queremos hacer en esta relación entre las instituciones y la gente.
-¿Sentís que en la Constituyente se esta plasmando las demandas del 2019?
-Por supuesto que si, se esta plasmando y se esta profundizando también y esperemos que este proceso no quede trunco, más allá de los obstáculos que vamos a tener que sortear en esta fase, en momentos en que también hay que enfrentar una crisis económica muy severa es nuestros países, una crisis sanitaria de la que todavía no pudimos salir a repuntar. Por eso estos procesos de participación son fundamentales y lo que se esta haciendo es el ejercicio práctico de una nueva Constitución.