Una ola de hechos vandálicos se desencadenó en la tarde y noche de este jueves en el este de Bolivia, donde fue detenido el gobernador del departamento de Santa Cruz y máximo opositor, Luis Fernando Camacho, en la investigación por el golpe de Estado de 2019.
Los seguidores de Camacho primero tomaron los aeropuertos de Viru Viru, el principal de la región para vuelos internacionales, y luego El Trompillo, con el argumento de conocer la situación legal de la autoridad, según constató la agencia Sputnik.
Inmediatamente los vuelos en la terminal aérea de Viru Viru fueron suspendidos, mientras los manifestantes requisaron aviones de vuelos comerciales, expulsaron a los militares y policías encargados de la seguridad, y a los funcionarios de la estatal Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Nabol), que administran las instalaciones.
Santa Cruz es bastión de la oposición al gobierno del presidente Luis Arce y en dos oportunidades fue escenario de movilizaciones con afectación nacional.
La primera fue en 2019, cuando Camacho era presidente del Comité pro Santa Cruz, una entidad local que lucha por los intereses de la región, y presionó al expresidente Evo Morales (2006-2019) para renunciar al cargo.
La segunda, en octubre de 2022, cuando se exigió un Censo de Población y Vivienda, con un histórico paro de actividades de 36 días.
Camacho es acusado de terrorismo por haber dirigido las protestas y cuenta con al menos ocho procesos penales por diferentes cargos, todos radicados en La Paz. La Fiscalía General de Bolivia aclaró, mediante un comunicado, que la aprehensión de Camacho fue en el marco de una investigación de los hechos de 2019 y en el marco de las normas legales.
«La decisión fiscal no se trata de un secuestro o persecución política, por el contrario, fue emitida en el mes de octubre de la presente gestión y cuenta con control jurisdiccional del juez Décimo de Instrucción en lo Penal del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz», se lee en el comunicado.
Ya en horas de la noche, los manifestantes incendiaron las oficinas regionales de la Fiscalía en Santa Cruz y atacaron con piedras y petardos el Comando Regional de la Policía. Posteriormente, se iniciaron bloqueos de carreteras y avenidas en la ciudad, tal como ocurrió en las manifestaciones de octubre y de 2019.
La población también se aglomeró en las estaciones de servicios para abastecerse de combustibles como gasolina y diésel, ante una posible escasez por los conflictos.
Desde el Gobierno boliviano no hubo mayores pronunciamientos que el comunicado de la Fiscalía y el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, que aseguró que Camacho se encontraba en buenas condiciones de salud y garantizó el respeto a sus derechos.
Mientras que desde el Comité pro Santa Cruz convocaron a una reunión de emergencia para este 29 de diciembre y analizar medidas de presión para exigir la liberación de la autoridad regional.