El general retirado Walter Braga Netto, exjefe de ministros y antiguo ministro de Defensa del expresidente Jair Bolsonaro, fue detenido en su casa de Copacabana, Río de Janeiro, acusado de ser parte de un plan de golpe de Estado para impedir la asunción del actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
El general de la reserva no es cualquier personaje en esta historia, ya que también fue candidato a vicepresidente de Bolsonaro en las elecciones de 2022, que justamente llevaron a Lula al Palacio del Planalto, uno de los edificios oficiales que, luego, intentaron tomar los militantes bolsonaristas, una semana después de la asunción del líder del PT.
Braga Netto fue trasladado este sábado al Comando Militar del Este del Ejército, la llamada ‘Villa Militar’ de Río. La orden de detención fue dada por el juez supremo Alexandre de Moraes, encargado de varias investigaciones que involucran al expresidente, entre ellas, justamente, la de urdir un golpe de Estado que habrían planificaron militares cercanos.
El plan descubierto por la Policía Federal no fue llevado a cabo por una acción militar, debido a que los entonces jefes del Ejército y de la Fuerza Aérea se opusieron. Pero luego, el 8 de enero de 2023, a una semana de la asunción de Lula, seguidores del expresidente y militares invadieron la sede de los poderes del Estado. Según las investigaciones, Braga Netto fue el organizador del autogolpe de Bolsonaro, distribuyó fuertes sumas de dinero para financiar las operaciones y coordinó acciones con militares de las Fuerzas Especiales.
En los planes revelados por la Policía se incluye la preparación de un posible intento de asesinato de Lula, de su compañero de fórmula, Geraldo Alckmin, y de De Moraes, que estaría a cargo de los militares de las Fuerzas Especiales financiados por Braga Netto.
De los 37 imputados, 25 son o fueron militares. Fueron acusados por los delitos de intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado y organización criminal. La fiscalía general aún no se pronunció sobre la acusación. El plan de golpe de Estado fue narrado por un militar delator de la justicia, Mauro Cid, exsecretario de Bolsonaro.
El general de la reserva niega todas las acusaciones y alegó que “nunca se trató de un golpe y mucho menos de un plan para asesinar a alguien”. Braga Netto, además, fue interventor del área de seguridad del estado de Río de Janeiro en 2018, siendo general del Ejército, por orden del entonces presidente Michel Temer.
«Quédense tranquilos»
Por su parte, Lula se enteró de estas noticias en el Hospital Sirio-Libanés en San Pablo, donde el martes pasado fue operado por un hematoma cerca del cerebro derivado de un golpe sufrido hace casi dos meses, en un accidente, al resbalar en el baño de la residencia presidencial en Brasilia.
Hace unas horas, salió de la terapia intensiva, se lo vio por primera vez tras la operación, sonriendo y caminando por los pasillos del hospital, con un apósito en la cabeza, conversando y riendo junto a su esposa, Rosangela “Janja” da Silva, y el neurocirujano Marcos Stavale. Incluso emitió un mensaje a los brasileños. «Pido que se queden tranquilos. ¡Estoy firme y fuerte! (…) En breve estaré listo para volver a casa y seguir trabajando». Luego aseguró: «El 2025 está a la vuelta de la esquina y tenemos muchas reuniones por delante en Brasil y en todo el mundo. Gracias por su cariño. ¡El amor que recibo siempre me hace seguir adelante!”.