Diez personas murieron asfixiadas al intentaban ingresar ilegalmente a los Estados Unidos en la caja sin ventilación del camión de un traficante. Nueve de ellas, incluyendo dos menores, fueron encontradas ya muertas durante el día de ayer encerradas en un camión de carga sin ventilación abandonado en el estacionamiento de un Wal Mart en la ciudad texana de San Antonio. Sin embargo los medios locales indicaron que la Oficina del Fiscal anunció hoy de una décima víctima mortal, fallecida en un hospital de esa ciudad, con lo cual el número de inmigrantes muertos tras haber permanecido encerrados a altas temperaturas dentro de la caja de un camión llegó a diez.
Thomas Homan, director interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), catalogó el suceso como un «acto atroz» realizado por una red de tráfico de personas sin escrúpulos, a la que «no le importa la vida de las personas con las que comercia». Señaló además que esa dependencia se encargará de las investigaciones por tratarse de contrabando de personas, que constituye un delito federal. Por su parte el conductor del camión, identificado como James Bradley, es por ahora el único detenido y puede llegar a ser acusado de cargos penales tanto estatales como federales.
El hallazgo ocurrió en la madrugada del domingo, luego de que uno de los empleados del supermercado donde el camión estaba estacionado avisó a la Policía. Cuando los efectivos llegaron al lugar se encontraron con que en la caja del vehículo había unas 38 personas. Ocho de ellas ya estaban muertas, aparentemente por asfixia o a causa de un golpe de calor, pues el aire acondicionado del vehículo no funcionaba y durante el fin de semana las temperaturas registradas en San Antonio habían alcanzado una máxima de 37,7 grados, marca registrada a las seis de la tarde del sábado. La Oficina del Médico Forense del condado Bexar será la encargada de determinar la causa exacta de las muertes.
Al menos 30 unidades de bomberos y paramédicos, así como agentes policiales y helicópteros, habían acudido al lugar para auxiliar a los inmigrantes cuyas nacionalidades aún se desconocen. De esa manera 17 personas en «estado crítico o muy grave» fueron trasladadas en helicópteros desde el estacionamiento del supermercado a dos centros de salud y las restantes fueron llevadas a cinco hospitales de la zona. Las autoridades policiales informaron que dos de los fallecidos tenían unos 15 años de edad y que el resto de los ocupantes del camión entre 20 y 30 años. Mientras tanto, medios locales de San Antonio indicaron que las cámaras de seguridad del estacionamiento grabaron a varios vehículos que se acercaron al camión y se llevaron a varias personas, lo que indica que el número de los que hicieron el viaje era mayor.