Una escuela y hospitales del norte de la Franja de Gaza que sirven de refugio para civiles desplazados por la ofensiva israelí contra Hamas fueron blanco este viernes de bombardeos y disparos, según fuentes médicas palestinas, dirigentes de este territorio gobernado por el movimiento islamista y organizaciones humanitarias.
Hamas afirmó que 13 personas murieron y decenas resultaron heridas en el ataque contra el hospital Al Shifa, el más grande de la ciudad de Gaza, que atribuyó a Israel.
“Esta mañana me dirigía al hospital Al Shifa para trabajar cuando las instalaciones fueron atacadas. Todos quedamos horrorizados, algunos nos tiramos al suelo. Vi personas muertas, incluidos mujeres y niños. Esta escena fue horrible y nos hizo llorar a todos”, dijo Maher Sharif, enfermera de Médicos sin Fronteras (MSF) que trabaja en ese centro de salud.
«El personal médico estaba aterrorizado, tratando de salvar sus vidas y las de sus familias. Algunos de ellos permanecen dentro de las instalaciones, mientras que otros están yendo hacia el sur de Gaza junto con los desplazados”, añadió.
«No queda ningún lugar seguro. El ejército atacó Al Shifa. No sé qué hacer», afirmó a la agencia de noticias AFP Abu Mohammad, de 32 años, que se refugió allí junto a 15 miembros de su familia, huyendo de los bombardeos.
Por otro lado, más de 50 personas fallecieron, en su mayoría niños, por un ataque sobre una escuela situada en Ciudad de Gaza, según informaron fuentes palestinas citadas por la agencia de noticias Wafa, que indicaron que debieron trabajar durante horas para sacar los cuerpos sepultados bajo los escombros.
La cifra fue respaldada por el director del centro de salud al que llegaron las víctimas, que mencionó que unos 50 cuerpos fueron recuperados de la escuela que refugiaba a desplazados de la ciudad de Gaza, «tras ataques con misiles y artillería».
La Media Luna Roja palestina indicó además que francotiradores dispararon contra el hospital Al Quds, lo que dejó al menos un muerto.
Israel, por su parte, afirmó que no vacilará en «matar» a comandos de Hamas que disparen desde centros médicos.
«Si vemos a terroristas disparando desde hospitales, haremos lo que tenemos que hacer (…), los mataremos», dijo el portavoz militar israelí Richard Hecht, que igualmente reconoció el carácter «sensible» de ese tipo de operaciones.
«Los tanques israelíes asedian cuatro hospitales del oeste de Ciudad de Gaza», poniendo en peligro a decenas de miles de pacientes y desplazados que se refugian allí, denunció el Ministerio de Salud de la Franja gobernada por Hamas.
El ejército israelí acusó en varias ocasiones al movimiento palestino de utilizar hospitales, en particular el de Al Shifa, para coordinar sus ataques y como escondites para sus comandantes.
Israel prometió «aniquilar a Hamas» en represalia por el ataque del 7 de octubre, en el que murieron más de 1.400 personas y unas 240 fueron secuestradas, entre ellos una veintena con ciudadanía argentina
En la Franja de Gaza, los bombardeos israelíes mataron a más de 11.000 personas, entre ellas más de 4.500 niños, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, brindó hoy declaraciones contradictorias respecto a los planes a futuro sobre la Franja de Gaza, un exiguo territorio de 362 kilómetros cuadrados en el que viven casi 2,4 millones de habitantes.
Tras afirmar en un principio que Israel no tiene ninguna intención de volver a ocupar ese enclave, después aseguró que el Ejército israelí lo «seguirá controlando», incluso cuando haya terminado la actual guerra, y dejó en claro que no permitirá que haya «fuerzas internacionales» sobre el terreno dentro de un hipotético acuerdo para un alto el fuego.
En una reunión con alcaldes de localidades israelíes cercanas a Gaza, la primera desde el estallido del actual conflicto el 7 de octubre, Netanyahu recuperó la idea de permanecer en el enclave, una posibilidad contra la que se expresó su principal aliado extranjero, el Gobierno de Estados Unidos, precisó la agencia de noticias Europa Press.
Más temprano, el premier afirmó que «un alto el fuego con Hamas significa rendición», en una entrevista con la cadena estadounidense Fox News, en la que explicó que no existe un «calendario» para la ofensiva militar.
Mientras tanto, las tropas terrestres israelíes prosiguen su avance en la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, que según el ejército alberga un «distrito militar» de Hamas.
Según comunicó ayer Estados Unidos, Israel aceptó hacer «pausas» humanitarias diarias de cuatro horas para que los civiles atrapados en los combates en el norte de la Franja puedan huir hacia el sur.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, manifestó hoy que recibía con satisfacción las pausas acordadas por Israel en su ofensiva en Gaza, pero que «se necesita hacer mucho más» para proteger a los civiles.
El ejército israelí abrió el domingo «un corredor de evacuación», pero los palestinos denunciaron combates a lo largo de esta ruta, utilizada por 100.000 personas desde el miércoles, según datos del ejército israelí y de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
El jefe de agencia de la ONU para refugiados palestinos (Unrwa) pidió el fin de la «masacre» en Gaza. «Arrasar barrios enteros no es una respuesta a los crímenes atroces de Hamas», declaró Philippe Lazzarini.
Según OCHA, el número de desplazados en Gaza asciende ya a 1,6 millones, de una población total de 2,4 millones.
En el norte, donde siguen viviendo cientos de miles de personas, «la falta de alimentos es cada vez más preocupante», alertó la ONU.
En el sur, el paso fronterizo de Rafah, el único que limita con Egipto, se abre por breves momentos para priorizar la salida del enclave de heridos y el ingreso de ayuda humanitaria.
Brasil informó hoy que los 34 brasileños que aguardaban para abandonar la Franja de Gaza todavía no pudieron salir.
«La frontera con Egipto fue cerrada de nuevo hace poco; el paso entre los dos países abre apenas algunas horas al día y ellos dan prioridad a los heridos», detalló el ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta, en la red social X (antes Twitter).
La tensión también aumenta en la frontera norte de Israel con Líbano, donde se producen diariamente disparos entre el movimiento chiita Hezbollah, aliado de Hamas, y el Ejército israelí.
Hezbollah afirmó hoy que siete de sus combatientes murieron bajo fuego israelí, sin especificar dónde ni cuándo fallecieron. Con estos son ya 68 los miembros del movimiento fallecidos en enfrentamientos con Israel desde el 7 de octubre.