Toda Cuba continúa conmovida por el accidente de avión que causó la muerte de al menos 110 personas. El Consejo de Estado de la isla decretó dos días de duelo nacional por la tragedia del Boeing 737 alquilado por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Global Air, que apenas pasado el mediodía del viernes, y poco después de haber despegado del aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, rumbo a la ciudad de Holguín, se estrelló en una zona de cultivos a un kilómetro de la terminal aérea, provocando uno de los peores desastres aéreos de la historia de la isla.
Sólo tres personas, las tres mujeres y de nacionalidad cubana, sobrevivieron al terrible siniestro, y al cierre de esta edición se mantenían «estables dentro de su gravedad», con cuadros de quemaduras, fracturas y severos traumatismos craneoencefálicos, según informaron a la Agencia Cubana de Noticias las autoridades del Hospital Calixto García, donde se les practicaron múltiples intervenciones quirúrgicas
Las tres heridas fueron identificadas como Emily Sánchez de la O, de 39 años;,Mailén Díaz Almaguer, de 19, ambas holguineras que regresaban a sus hogares, 700 kilómetros al este de la capital; y la habanera Gretell Landrovell Font, de veintitrés.
Alberto Martínez Blanco, director del hospital, explicó que «las pacientes están siendo sometidas a todos los procesos de reanimación para mantener un estado hemodinámico que permita corregir las lesiones severas que sufrieron».
Por otra parte, ayer fue hallada «en buenas condiciones» una de las cajas negras del avión accidentado, según informó el ministro de Transporte de Cuba, Adel Yzquierdo Rodríguez, quien afirmó que en breve debería encontrarse la otra. El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel, que acudió inmediatamente al sitio del accidente, sostuvo que «se van a hacer todas las investigaciones» necesarias para esclarecer las causas de la caída del aparato. La principal hipótesis es la de una falla en el despegue del Boeing 737-200 siniestrado, que volaba desde 1988.
Díaz-Canel agradeció las muestras de apoyo internacional y envió sus condolencias a los familiares de las víctimas, mientras las autoridades cubanas organizaban, sobre todo en Holguín, un dispositivo de atención médica y contención psicológica brindada por especialistas en escenarios postraumáticos.
Si bien se desconoce aún la identidad de todos los fallecidos cubanos la lista no se publicó a la espera de que finalice el proceso de notificación a los deudos y el reconocimiento de los cuerpos en el Instituto de Medicina Legal de La Habana, se difundió que cinco eran menores, y que once víctimas del vuelo DMJ-972 eran extranjeras: los argentinos Dora Beatriz Cifuentes y Oscar Hugo Almaras, un matrimonio de turistas domiciliado en Mar del Plata; dos pasajeros saharauis (del Sahara Occidental); y una mexicana, además de los seis tripulantes, de la misma nacionalidad. «