La Caravana de la Libertad, que trasladó las cenizas de Fidel Castro, recorrió ayer el camino que separa las ciudades de Camagüey y Bayamo, última etapa del viaje antes de que los restos mortales del expresidente llegaran hace pocas horas a Santiago de Cuba.
El vehículo con la urna en la que están depositadas las cenizas del líder cubano, quien murió el pasado viernes 25 a los 90 años, inició su recorrido el martes pasado desde La Habana, tras una multitudinaria despedida del pueblo cubano en la Plaza de la Revolución.
Una de sus etapas más emotivas fue la de la Plaza Ignacio Agramonte de Camagüey, que fue escenario de una concentración multitudinaria en la que participaron centenares de personas que velaron los restos de Castro, entre ellos, jóvenes que cantaron consignas revolucionarias.
Miles de personas se distribuyeron desde primeras horas de la madrugada en las calles del recorrido para despedir al comandante en jefe. Varios lloraron y otros varios se sacaron fotos con algunos de los veteranos de la Revolución que asistieron al acto.
El viaje de la comitiva es el mismo, pero en sentido inverso, al que recorrió del 2 al 8 de enero de 1959 Fidel Castro y un millar de milicianos cuando derrocaron al dictador Fulgencio Batista.
El momento más significativo del triste cortejo que recorrió casi 1000 kilómetros ocurrió el miércoles, cuando la urna con los restos del líder cubano reposaron en Santa Clara junto a los de Ernesto «Che» Guevara en un mausoleo que Castro ordenó construir y que fue inaugurado en 1997, cuando fueron llevados a Cuba los restos del asesinado guerrillero en 1967 en Bolivia. Allí se le rindió tributo con una ceremonia militar y una vigilia protagonizada por jóvenes que se extendió hasta la madrugada del jueves.
Antes de eso, en Matanzas, la población llenó desde primera hora las calles por donde pasaría después el cortejo fúnebre. Allí fue donde Fidel pronunció un discurso la noche del 7 de enero de 1959, un día antes de entrar triunfal en La Habana.
La urna de cedro arropada en la bandera de la estrella llegó ayer a Santiago de Cuba, donde hoy los restos de Fidel serán enterrados en el cementerio Santa Ifigenia, en el que reposa un gran número de próceres de la independencia en la isla, entre ellos el héroe nacional José Martí.
Los expresidentes brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff confirmaron su presencia en la isla para participar en los homenajes al líder revolucionario. Fidel es como «mi hermano mayor», dijo Lula el sábado pasado, cuando se enteró de la muerte del comandante cubano, con quien se reunió varias veces en La Habana. «