Fue una votación bastante reñida si se tiene en cuenta el carácter y la implicancia fundacional que tiene la normativa. Por 62 votos a 55, el parlamento israelí (Knesset) aprobó el jueves una ley que define a ese país como el «Estado nación del pueblo judío», define al hebreo como la lengua oficial, declara de «interés nacional» a los asentamientos en territorios de la región y proclama a Jerusalén como la capital, incluyendo a la parte oriental, que para la ONU y prácticamente todos los países de la tierra -entre ellos la Argentina, al menos hasta que el actual gobierno de una señal en contrario-, pertenece al Estado Palestino.El texto dice claramente que Israel es «el Estado nacional del pueblo judío donde este aplica su derecho natural, cultural, religioso, histórico así como su derecho a la autodeterminación».
Pero como no podía ser de otro modo, le iniciativa aprobada por el poder legislativo encontró fuertes críticas no solo en el mundo árabe sino el países occidentales y en la propia comunidad judía.
La Unión Europea mostró «preocupación» por una ley que podría «complicar» la solución de los dos Estados para el conflicto palestino-israelí. Los principales agrupaciones judías de Estados Unidos también cuestionaron agriamente esa decisión, que va contra lo que se había convertido en una tradición democrática desde al fundación del estado de Israel, en 1948.
Steven Wernick, dirigente de la Sinagoga Unida del Judaísmo Conservador de Estados Unidos, sumó ente el diario israelí Haaretz, su rechazo a la nueva ley un detalle que marca una tendencia para él preocupante: un rabino de Haifa fue sometido a un interrogatorio policial por oficiar una boda no ortodoxa. «Israel está perdiendo su alma y debilitando su democracia y su carácter judío. Ahora es un rayo de luz para las naciones. Ahora estoy teniendo dificultades para verlo», señaló.
«Estas son acciones que cometen Irán y Arabia Saudita -agregó Wernick- el riesgo de una teocracia en Israel no es solo hipérbole. «¿Qué sigue?¿La policía hará cumplir las reglas de modestia del Rabinato? ¿Las reglas de Kashrut? ¿Las reglas de Shabat?».
El rabino Rick Jacobs, presidente de la Unión para el Judaísmo Reformista, lamentó, también al diario progresista israelí, que estar ante un «día triste e innecesario para la democracia israelí. El daño que esta nueva ley del Estado-nación hará a la legitimidad de la visión sionista y a los valores del estado de Israel como nación democrática y judía es enorme «.
Durante el debate en la Knesset, el diputado árabe AymanOdeh había desplegado una bandera negra para dar testimonio de «la muerte de nuestra democracia». Y efectivamente, la nueva ley implica que el futuro de sectores árabes que se habían integrado a la vida política queden fuera de juego.
YusefJabareen, otro diputado árabe, consideró con este cambio se alienta «no solo la discriminación sino también el racismo, y perpetuará el estatuto de inferioridad de los árabes en Israel», según destaca un cable de la agencia AFP. Y sostuvo que se crea «un movimiento judío y colonial, que prosigue la judaización de la tierra y continúa robando los derechos de sus propietarios».
El secretario General de la Organización para la Liberación palestina (OLP) SaebErakat, escribió en un tuit que que el texto legaliza «oficialmente el apartheid», mientras que para la Liga Árabe, la ley es peligrosa porque consolida prácticas racistas.
La clave para entender las razones para esta iniciativa, que está en carpeta desde hace un par de años en el gobierno de Benjamin Netanyahu, está precisamente en el argumento que planteó uno de los diputados de su partido a sus colegas árabes durante el debate. «Ustedes no estaban aquí antes que nosotros y no se quedarán aquí después que nosotros. Hemos aprobado esta ley fundamental para impedir la mínima voluntad o tentativa de transformar el Estado de Israel en una nación para todos sus ciudadanos», dijo AviDichter.