Los partidos de la centroizquierda italiana que formaron parte del Gobierno del renunciante premier Mario Draghi, se apuran en darle forma a las alianzas con las que encarará las elecciones anticipadas del 25 de septiembre, convocadas en las últimas horas, tras la confirmación de la salida del renunciante primer ministro, justamente por la falta de apoyos en la coalición de Gobierno.
El Partido Democrático se ubicó en el centro de las negociaciones en función de que todas las encuestas le asignan 20 puntos en la aprobación popular, por sobre el resto. Aunque se encuentra muy lejos de ser mayoría, por lo que le será imprescindible recrear esa coalición. En su derredor están al menos otras cinco fuerzas del espectro de centroizquierda y que se ofrezca como alternativa concreta a la también muy posible alianza de centroderecha que integran la Liga, Fuerza Italia y Hermanos de Italia.
En ese marco, el secretario general del PD, el expremier entre 2013 y 2014 Enrico Letta, reconoció que será «difícil recomponer» la alianza electoral con el Movimiento Cinco Estrellas, la fuerza más votada en 2018, aunque, señalada como la gran responsable de la caída de Draghi.
El Cinco Estrellas, guiado por el dos veces premier Giuseppe Conte (2018/20 y 2020/21), adelantó a través de su líder que espera «iniciar las negociaciones desde los nueve puntos» que le reclamaron sin éxito a Draghi para mantener el apoyo parlamentario y que incluye pedidos de aumento del salario básico y ampliación de los programas sociales, entre otros puntos. Por otro lado, también es «complicado» que puedan aliarse con Italia Viva, la fuerza que encabeza el expremier Matteo Renzi (2014/16) y que nació hace tres años como una escisión del PD. De hecho, se recuerda que Renzi asumió como premier en febrero de 2014, mientras aún estaba en el PD, tras un pacto legislativo con Silvio Berlusconi para desbancar al entonces primer ministro Letta, pese a que había asegurado que no traicionaría en esa época a su líder político. «