El ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Sergio Moro, un ex juez que encabezó la persecución judicial contra Lula Da Silva, consideró públicamente que renunciará a su cargo luego de que el presidente Jair Bolsonaro echara al director general de la Policía Federal, Maurício Valeixo.
Moro es el segundo ministro clave que sale del gobierno en las últimas semanas. El titular de Salud, Luiz Henrique Mandetta, también renunció en rechazo a la forma en que Bolsonaro enfrenta la pandemia de coronavirus.
En una conferencia de prensa en Brasilia, Moro aseguró que la salid del jefe de la Policía Federal se explica porque «el presidente quería tener acceso a las investigaciones» judiciales que realiza esa fuerza.
Moro aseguró que esta “injerencia política” provoca “daño en la credibilidad, no solo la mía, sino también la de este gobierno”, y agregó: “El problema no es solo el cambio del director general, sino que el presidente también quería cambiar a los superintendentes, sin que se les presentara una razón para hacer estas sustituciones”.
El ex juez federal contó un diálogo que mantuvo con Bolsonaro. «El presidente me dijo que quería colocar (en la PF) a una persona con quien tuviera contacto personal, a quien pudiese llamar, pedirle informaciones, informes de inteligencia (…) Prestar ese tipo de información no es el papel de la Policía Federal», se quejó.
«No tengo cómo mantener los compromisos que asumí, sin condiciones de trabajo, sin tener cómo preservar la autonomía de la PF o forzado a concordar con la interferencia política en la PF», explicó Moro.
El ahora ex jefe de la PF era uno de los principales colaboradores de Moro desde la época en que el actual ministro estaba al frente de la operación Lava Jato. Su salida fue publicada en el Diario Oficial a primeras horas del viernes y, según medios brasileños, tomó por sorpresa a Moro.
La crisis política provocó preocupación en los mercados. La Bolsa de Sao Paulo cayó 8% este iernes tras la conferencia de prensa.