La cifras disminuyen en algunos países de Europa central y de Asia, pero la contraparte es que aumentan significativamente en América, el sur africano y el este central. Se ajusta a las predicciones. Se esperaba que ocurriera: de todas maneras, que las cifras de nuevos enfermos y víctimas fatales se superen día a día en el mundo sigue afligiendo, incluso aunque se vea ese reverdercer de la actividad en muchas ciudades europeas, por caso, en sus playas. Pero no se puede dejar de lado, como si fuera una costumbre, que cada 24 horas, haya más de 150 mil nuevos contagiados de coronavirus en el mundo y la cifra diaria de fallecidos siga rondando los 5000, aun con picos para arriba y para abajo. Así, por estas horas, se llega a los 10 millones de contagiados en el planeta, y la cifra de muertos ronda el medio millón. Seguramente, que sean cifras redondas no hacen más que impresionar especialmente, aunque la magnitud de ellas, de por sí, da escalofríos.
Porque, además se espera que permanezcan en ese nivel por un tiempo, a pesar de lo que salió a declarar un grupo de científicos italianos de UCI en el Hospital San Raffaele, quienes se refirieron al «fin de la pandemia» porque, dicen, hay «evidencia clínica de un aumento constante en casos con carga viral baja o muy baja». Fueron criticados duramente. Y en las últimas horas, el director adjunto de la Organización Mundial de la Salud, Ranieri Guerra, entrevistado por la RAI, justamente salió a desmentirlos. Y no sólo eso. Apuntó: “El coronavirus se comporta siguiendo la hipótesis que habíamos planteado. La comparación es con la gripe española, que se comportó exactamente igual que el Covid-19: descendió en verano (europeo) y retornó ferozmente en septiembre y octubre, causando 50 millones de muertos durante la segunda ola”. La diferencia más acentuada entre ambos virus fue que mientras este afecta especialmente a mayores de 60 años, en el padecido en 1918, la mayoría de sus víctimas fueron jóvenes y adultos saludables entre 20 y 40 años. También la OMS calculó que los diferentes gobiernos del mundo (o los benefactores privados) deberán disponer de más de 30 mil millones de dólares para invertir en tests, para crear vacunas y aplicar tratamientos.
Mientras, en Europa, las imágenes de playas y terrazas atestadas tras meses de confinamiento recorren el mundo, los aeropuertos empiezan a recibir aviones y los niños volvieron a la escuela en algunos países. De todas maneras, siguen los rebrotes: en España, aparecieron al menos 250 casos, en una empresa frutícola que cerró, lo que obligó a reimponer nuevas restricciones. Y hay situaciones como la de Ucrania, donde se registraron más de 1100 casos, un récord diario, que obligó al gobierno a intensificar la cuarentena y preparar nuevos hospitales para una emergencia sanitaria. «
500 mil muertos lleva la pandemia. Estados Unidos sigue liderando esta siniestra tabla con 124 mil y luego está Brasil con unos 55 mil.