El heredero y líder de facto de Samsung, Lee Jae-yong, fue condenado por un tribunal de Seúl a cinco años de cárcel al ser hallado culpable de entregar sobornos a la destituida presidenta del país para obtener favores del gobierno y consolidarse como líder de la compañía, entre otros cargos.
El heredero del mayor conglomerado empresarial del país asiático fue hallado también culpable de malversar 6.400 millones de wones (4,8 millones de euros), ocultar activos en el extranjero y perjurio por haber dado varias versiones en sus comparecencias judiciales.
Un tribunal de Seúl consideró probado además que Lee entregó sobornos a la ex presidenta Park Geun-hye para que el gobierno permitiera una fusión de dos filiales de Samsung, una operación que reforzó el control de Lee sobre el grupo y allanó el terreno para convertirlo en el sustituto de su enfermo padre al frente del mismo.
La justicia surcoreana dictaminó que Lee estuvo involucrado en la donación por parte de su empresa de 7.200 millones de wones (5,4 millones de euros) para la financiación del programa de equitación en Alemania de la hija de Choi Soon-sil, apodada la «Rasputina», que ha dado el nombre a este caso de corrupción.
Choi está considerada el cerebro de la trama de corrupción que desencadenó la destitución y arresto de la ex mandataria de Corea del Sur. Ambas esperan sus respectivos juicios, aunque Choi ya tiene una primera sentencia de tres años de cárcel dictada en junio por presionar a autoridades académicas para obtener beneficios para su hija estudiante.
La Fiscalía pedía 12 años de cárcel para Lee, que preside Samsung de facto desde que su padre sufriera un infarto que lo dejó incapacitado en 2014. Tras escuchar el veredicto los abogados de Lee dijeron que no aceptaban el fallo y aseguraron que recurrirán «pronto», informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El tribunal de Seúl decretó también cuatro años de prisión para otros dos ejecutivos del grupo Samsung por su implicación en el caso.
Lee, de 49 años, permanecía detenido desde mediados de febrero, cuando la fiscalía presentó cargos contra él por estos delitos cometidos en el marco del caso «Rasputina».
El proceso judicial de Lee, que comenzó el pasado 9 de marzo, ha causado gran expectación en el país asiático, donde se refieren a él como «el juicio del siglo» por las repercusiones que pueda tener en la imagen del mayor conglomerado surcoreano y su posible influencia en la futura sentencia sobre la ex presidenta Park.