Tras la reunión del lunes del representante de Juan Guaidó, Carlos Vecchio, con funcionarios de la diplomacia y la fuerza militar estadounidenses, el Comando Sur ya definió su línea de acción para «forzar la salida» del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. El comando de las FF AA de los EE UU para el hemisferio sur (en Inglés SouthCom) acaba de anunciar una misión naval de cinco meses por las costas de Colombia, Costa Rica, Ecuador, Granada, Haití, Jamaica, Panamá, República Dominicana, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves y Trinidad y Tobago, todos países limítrofes o cercanos a la costa venezolana «con el objetivo de iniciar una misión de asistencia médica como resultado de la crisis humanitaria creada por la actual inestabilidad política y económica en Venezuela», señala el comunicado oficial.
La campaña estará a cargo del USNS Comfort, un barco hospital sin armamento pero que pertenece a la Marina estadounidense, al igual que su tripulación. Aunque la operación es presentada como de carácter civil, el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur, reconoció hace pocos días que la eventual intervención militar sigue en los planes del gobierno de su país a la vez que celebró las acciones para crear un escenario «post Maduro».
Sobre la misión del Comfort, que partirá a mediados de junio, dijo que responde «a la crisis provocada por el régimen». «Los equipos médicos del Comfort trabajarán junto con los profesionales médicos de las naciones anfitrionas que absorbieron a miles de migrantes y refugiados venezolanos (que) huyen de forma desesperada. Estamos comprometidos a encontrar maneras de apoyar al pueblo venezolano y a nuestros socios regionales que comparten la meta de ver un gobierno legítimo y democrático reinstalado en Venezuela», añadió.
Faller es hoy uno de los voceros de la línea discursiva del asesor presidencial John Bolton, repetida por el autoproclamado presidente interino, Guaidó, sobre la supuesta crisis de seguridad generada en la región por causa del gobierno chavista. En la IV Cumbre Anual de Seguridad Hemisférica, organizada por la Universidad Internacional de Florida afirmó que el chavismo está volcándose «cada vez más hacia el narcotráfico para financiarse, y que las autoridades estadounidenses han detectado un fuerte incremento en el volumen de drogas provenientes de Colombia que pasan por Venezuela». También afirmó que no sólo los narcos, sino «los terroristas disidentes de las FARC y los del ELN» operan con supuesta libertad en territorio venezolano. Faller enfatizó que las sanciones y las presiones sobre Venezuela están resultando tan efectivas que la atención de los militares ahora está puesta en «la era post-Maduro».
En noviembre pasado, el Comfort realizó una expedición similar en las costas venezolanas, con el objetivo de «dar respuesta a la situación crítica que atraviesan los migrantes venezolanos». En aquella ocasión, la Argentina participó enviando a bordo una misión de Cascos Blancos. «Trabajamos adentro de una nave disfrazada de humanitaria y es una nave militar estadounidense», criticó entonces el expresidente de Cascos Blancos, Gabriel Fuks.
A este operativo del Comando Sur se suma una avanzada en el Senado de los EE UU, cuyo Comité de Relaciones Exteriores aprobó el miércoles una iniciativa bipartidista para Venezuela, que prohíbe la venta de armas de EE UU al gobierno de Maduro, y buscan contrarrestar la influencia de Rusia en Venezuela. La ley apunta a debilitar la estructura militar, en momentos en que Maduro cierra filas con sus FF AA y pide «capturar sin vacilación a los traidores». Mientras, Guaidó aseguró el jueves que Maduro debe decidir si permite una transición o si saldrá de la presidencia «a la fuerza». «