El demócrata, Joe Biden, fue electo presidente de Estados Unidos tras triunfar en Pensilvania, de acuerdo a la proyección que realizaron medios de comunicación y sin que su rival, el republicano Donald Trump, haya salido hasta ahora a reconocer oficialmente la derrota.
El exvicepresidente de Barack Obama ganó su estado natal, obtuvo los 20 votos electorales y superó el umbral necesario para llegar a la Casa Blanca, según informan las cadenas CNN, NBC, ABC y la agencia Associated Press.
Trump dejó la Casa Blanca por primera vez desde las elecciones del martes pasado y se dirigió a su club de golf en Virginia, en momentos en que el recuento de votos sigue en los estados en los que no hay definición.
Después de aparecer dos veces en la Casa Blanca en los últimos días para dirigirse a la Nación, el mandatario dejó la residencia presidencial para ir al Trump National Golf Club en Sterling, Virginia.
Trump aseguró en Twitter haber ganado la elección “por mucho”, afirmación que fue señalada por “engañosa” en la red social.
Biden se convierte en el 46º presidente de los Estados Unidos de América y estará en el poder hasta 2024 con el desafío de unir a un país dividido y mitigar al coronavirus que ya provocó casi 9.750.000 casos y más de 236.000 muertes.
Por su parte, Kamala Harris será la primera mujer en ocupar la vicepresidencia. En un discurso brindado esta madrugada de Argentina desde su feudo en Wilmington, Delaware, Biden dijo: “Es hora de que nos unamos como nación”.
“Desde el primer día vamos a poner en marcha nuestro plan para controlar este virus”, dijo sobre la situación del coronavirus.
Biden tendrá el desafío también de gobernar con un Congreso para nada favorable: los senadores republicanos recibieron una lluvia de críticas al final de la campaña por confirmar en tiempo récord a la candidata de Trump para la Corte Suprema, pero por ahora solo perdieron en términos netos una banca.
En la Cámara de Representantes, bastión de la resistencia demócrata durante los últimos dos años, los republicanos obtienen por ahora una ganancia neta de seis bancas, un avance que no les alcanza para aspirar a controlar el pleno, pero sí marca una derrota para el liderazgo de la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi.