Quito
Ecuador amaneció con los primeros silencios de la veda electoral de dos días previa a la segunda vuelta del domingo, después de los fuertes cierres de campaña que protagonizaron en la noche del jueves el oficialista Lenín Moreno en Quito y el opositor Guillermo Lasso en Guayaquil.
Apenas unos pocos carteles en las calles, avisos en diarios -editados antes de la medianoche- y cortos del Consejo Nacional Electoral (CNE) bajo el lema «Yo decido» para «garantizar la transparencia electoral» eran las únicas señales de que se está ante una decisión trascendente.
En Quito Moreno cerró un multitudinario acto en el sur de la capital, como en la mayoría de las grandes urbes, la zona menos favorecida.
Presentado junto a su compañero de fórmula Jorge Glas como «el binomio del pueblo», con el fondo en ritmo de rumba de «Para el pueblo lo que es del pueblo» -del argentino Piero-, Moreno ratificó que mantendrá la dolarización -en Ecuador la moneda legal es la divisa estadounidense-, se declaró seguro del triunfo y prometió «cárcel para los corruptos de ayer y para los corruptos de este gobierno».
«Quedan sueños por cumplir. Nadie nos va a quitar la alegría de la Revolución ni la fuerza de hacer. Vamos por otros 4 años de Buen Vivir», pidió, y dijo estar un millón y medio de votos arriba de Lasso, aunque pretende llegar a los 2 millones de ventaja.
El ex vice nunca nombró a su adversario por su apellido y siempre se refirió a él como «el candidato de la banca». «El domingo no elegimos presidente y vice, sino que elegimos entre un país para pocos y un país con derechos, elegimos un futuro de paquetazos y privatizaciones o un país para nuestras familias», evaluó.
Con una cuidada puesta en escena que incluyó pantallas gigantes, máquinas lanza-papeles, humo artificial y un show musical, Moreno defendió la dolarización que «le dio confianza y certeza a Ecuador».
El candidato de Alianza PAIS cerró su discurso con el guevariano «hasta la victoria siempre», mientras lo bañaba una lluvia de papeles con los colores nacionales y hasta se permitió recitar y cantar un fragmento del poema «Cantares», de Antonio Machado, que musicalizó Joan Manuel Serrat.
Lasso, candidato de la alianza CREO-SUMA, cerró su campaña como local en Guayaquil, la principal plaza electoral, junto a su familia y en un colmado escenario cerrado del norte de la ciudad.
El ex banquero agradeció a quienes respaldan «el cambio en el Ecuador», destacó la necesidad de terminar «la dictadura de un partido político» y les ofreció «jamás dejarlos solos en la lucha por la democracia y la libertad».
«El domingo se vota el cambio o se vota el continuismo», remarcó, mientras se agitaban miles de banderas blancas. Reiteró además su promesa de crear un millón de puestos de trabajo, eliminar 14 impuestos y garantizar la gratuidad de la educación y la salud.