Salvos los sectores más antichavistas, había optimismo en la población de Venezuela cuando comenzaba a rodar la nueva moneda, el Bolívar Soberano (bs), con respaldo en el Petro, la moneda virtual, que viene a suplantar la superdevaluada moneda de curso legal hasta este lunes. Las críticas pasaban desde sostener que no había dinero suficiente en los cajeros hasta que el recambio monetario es un manotón de ahogado de un gobierno, el de Nicolás Maduro, que no puede frenar la crisis económica y la hiperinflación.
Pero a la noche de ese mismo día, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, indicó a los medios que el 92% de la plataforma electrónica de la banca tanto pública como privada estaba activa, «incluso con unas cifras inusuales para tratarse de un día no laborable».
Se refería a que para implementar el plan económico, las autoridades decretaron un feriado bancario. De todas maneras, hubo actividad comercial y son muchos los que pudieron estrenar el nuevo modelo de relaciones económicas incluso con sorpresa. Es que la nueva divisa tiene cinco ceros menos que la anterior. Y eso generó en los primeros momentos confusiones e incluso «avivadas» de algunos comerciantes que se quisieron aprovechar de los crédulos.
«Qué sorpresa cuando ingreso mis datos en el cajero y veo los montos en pantalla. Me confundí porque no tengo claro cuánto es eso en la moneda que se usaba normalmente», dijo un residente en el municipio del Chacao a la Agencia Venezolana de Noticias. » «¡El sistema bancario se comportó como un campeón!», dijo Maduro en un Facebook Live. «Todos estamos esperando a ver qué va a suceder», dijo a la AFP María Sánchez, comerciante de 39 años, luego de retirar dinero de un cajero.
Pero las críticas arreciaron ante este profundo cambio y desde la principal institución patronal, Fedecámaras, su titular Carlos Larrazábal dijo que las nuevas medidas «aumentarán la inestabilidad». De manera calcada se pronunció el vicepresidente estadounidense, empecinado en lograr apoyos regionales para destituir a Maduro a como dé lugar y a terminar con el modelo chavista en Venezuela. Las nuevas medidas «solo empeorarán la vida de todos los venezolanos», tuiteó Mike Pence.
Pero la oposición no se quedó solo en declaraciones y llamó a una huelga general en rechazo al paquete económico. La idea es aprovechar estos primeros momentos en que para la mayoría de la población puede ser difícil discernir cómo quedarán los precios y los salarios para juntar voluntades en contra del gobierno.
El gobierno, a su turno, promovió una marcha en Caracas para contrarrestar a la oposición. «(Este martes) tenemos marcha nosotros, el pueblo en la calle, movilizado, aquí en Caracas, en apoyo del presidente Nicolás Maduro con el programa de prosperidad y recuperación económica; saldremos desde la Cantv», dijo el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello. Cantv es la empresa de telecomunicaciones estatal.
Maduro había anunciado que en el paquete está incluido un nuevo salario mínimo con un aumento del 3400% sobre el que regía hasta ahora y para adecuar los costos anunció que el gobierno se hará cargo de la diferencia por 90 días. «Tienen que cumplir. Si no, se van a tener que ver las caras con nosotros», dijo desde la misma red sociala los empresarios.
El mínimo será de 1800 bolívares soberanos, medio petro. Este martes, el gobierno publicó la tasa de referencia para el nuevo sistema cambiario, que según el Banco Central de Venezuela (BCV) será de 68,65 petros por euro, equivalentes a unos 60 por dólar.
El plan contempla la creación de un sustento comercial del Petro a través de las operaciones de PDVSA, que ya no se expresarán en dólares sino en la criptomoneda. Una forma de evitar las sanciones del gobierno de Estados Unidos.
Otro asunto es el de la especulación cambiaria, que fue un punto débil en toda la política económica de Maduro desde que está en el poder, tras la muerte de Hugo Chávez. Así fue que se derogó la Ley de Ilícitos Cambiarios y se autorizó la apertura de 300 franquicias cambistas. Esto ayudaría a atacar en su punto central a la presión devaluadora, confían en el gobierno.
Como parte también de un nuevo impulso al gobierno chavista, se informó del acuerdo de PDVSA con la estadounidense ConocoPhilips para pagar 2000 millones de dólares por la expropiación de la petrolera en 2007, durante el gobierno de Chávez. Los pagos se harán en 48 cuotas, informó PDVSA en un comunicado.
«PDVSA reconoció el laudo de la Cámara de Comercio Internacional (ICC, por su sigla en inglés) y acordó realizar pagos iniciales por un total de aproximadamente 500 millones de dólares en un lapso de 90 días a partir de la fecha de la firma del acuerdo», confirmó ConocoPhillips en un comunicado.