Coca Cola, uno de los grandes gigantes comerciales e ícono incuestionable de la cultura estadounidense. También fue parte de la inédita escalada publicitaria con que un grupo de empresas criticó las polémicas políticas que Donald Trump comenzó a implementar a partir de su asunción como 45º presidente de los Estados Unidos, hace apenas unas semanas.
Partiendo de los conceptos de la diversidad y la inclusión, la empresa de la gaseosa más popular del mundo puso al aire una publicidad cuyo título, America the beautiful (Estados Unidos, la hermosa), hace referencia a una canción tradicional de aquel país. Entonada en diversos idiomas, la canción mencionada sirve de banda sonora a una serie de imágenes que integra en un mismo espacio narrativo a personas de distinta extracción étnica, social y cultural, siempre felices, como es tradición en los trabajos de la famosa bebida.
Sin embargo lo ocurrido dentro del Super Bowl no es un ejemplo aislado de cómo algunas de estas empresas se han decidido a mostrar su oposición a las políticas de Trump de forma abierta. Por el contrario, la disputa entre Trump y Coca Cola tiene un largo historial. En los últimos tiempos resurgió en los Estados Unidos otra publicidad que gaseosa lanzó durante 2015, cuando Trump comenzaba su campaña para ser candidato presidencial por el partido republicano y sus polémicas ideas y proyectos iban cobrando estado público. Dicho spot, titulado Orgulloso de ser, está totalmente protagonizado por personajes latinos que manifiestan el amor que sienten por su origen, sus apellidos y sus familias.
Durante 2012, Trump ya había apuntado sus dardos venenosos contra esa compañía, publicando en su cuenta de Twitter varios mensajes irónicos. Nunca vi una persona flaca tomando Coca Diet o «Coca Cola no está contenta conmigo. Está bien, yo todavía sigo tomando esa porquería, fueron algunos de los más duros.
I have never seen a thin person drinking Diet Coke.
Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 14 de octubre de 2012
The Coca Cola company is not happy with me–that’s okay, I’ll still keep drinking that garbage.
Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 16 de octubre de 2012
Curiosamente, Atlanta, la ciudad en la que se encuentra la casa central de Coca Cola, estuvo representada en esta edición del Super Bowl por el equipo de los Falcons, quienes finalmente cayeron derrotados por los Patriots de Nueva Inglaterra por 34 a 28, en un partido que tuvo lugar en la ciudad de Houston. Pero los vínculos no se acaban ahí.
Esa misma ciudad, capital de estado de Georgia, es uno de los distritos más férreamente opositores a Trump. Ahí también tiene su base el canal de noticias CNN, que también sostiene un largo enfrentamiento con el ahora presidente. La escalada entre ambos fue uno de los detonantes que motivaron la afirmación que Trump realizara algunas semanas atrás, respecto de la prensa como difusora de mentiras.
También es representante de ese estado y de esa ciudad el congresista John Lewis, luchador por los derechos de la comunidad afroamericana y miembro prominente durante su juventud del movimiento encabezado por el recordado líder negro Martin Luther King. Lewis había dicho antes de la asunción que Trump era un presidente ilegítimo. La respuesta del mandatario no se hizo esperar y fue realizada, como es habitual, a través de Twitter. Ahí dijo que Lewis era solamente un charlatán sin acciones ni resultados y se expresó acerca del estado del distrito de Georgia al que Lewis representa desde 1987 en el Congreso estadounidense. El congresista John Lewis debería ocupar más tiempo en arreglar y ayudar a su distrito, el cual se encuentra en un estado lamentable, destrozado (por no decir infestado de crimen), en lugar de andar quejándose falsamente por el resultado de las elecciones, escribió Trump en un par de tuits.