La marea verde que consiguió la legalización del aborto en Argentina hace solo unas semanas llegará a Chile este miércoles cuando la Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara de Diputados y Diputadas comience a discutir un proyecto de ley que despenaliza el aborto hasta la semana 14 de gestación, una iniciativa que cuenta con la oposición del Gobierno de Sebastián Piñera.
“Que Chile se vista de verde”, declaró en Twitter la presidenta de esa comisión, la diputada opositora Maite Orsini, del partido Revolución Democrática, al anunciar que la apertura del debate legislativo comenzará a las 15 (misma hora de Argentina).
“Me he puesto a disposición de las organizaciones feministas que han dedicado su vida a la pelea por un aborto libre y seguro para todas; junto a ellas y a las parlamentarias promocionantes de este proyecto”, agregó Orsini, quien se mostró confiada de que el proyecto llegará al pleno: “Esperamos despacharlo (aprobarlo en comisión) lo antes posible a la Sala de la Cámara”.
La iniciativa ya tiene apoyos dentro de organizaciones feministas, como por ejemplo Corporación Humanas. “Esta discusión debe darse de cara a la ciudadanía, que demanda cambios constitucionales y legales en materia de derechos de las mujeres y las niñas”, reclamó ante la prensa la abogada de la organización Camila Maturana.
Otra asociación que apoya el proyecto de despenalización es la Mesa Acción por el Aborto en Chile. “Descriminalizar la decisión de las mujeres es fundamental en el respeto de nuestra dignidad y derechos”, destacó hoy su coordinadora, Gloria Maira, y destacó que en la actualidad en Chile “no hay avances sustantivos en la igualdad, si el ejercicio de la autonomía reproductiva es objeto de sanción penal”.
Para Maira, según publicó el canal CNN Chile, el debate debe servir para hacer visible algo que no suele serlo. “Esperamos que el debate dentro y fuera del parlamento, que produzca la tramitación legislativa, contribuya a visualizar la intrínseca relación entre el respeto de la libertad y autonomía personal y de los derechos humanos de las mujeres con el fortalecimiento de la democracia, mayor justicia y mejores vidas”, afirmó.
En medio de la creciente expectativa de organizaciones de derechos humanos, el movimiento feminista y parte de la oposición, el gobierno de Piñera ya adelantó que no lo apoyará.
“El presidente Piñera ha sido muy claro, que este Gobierno no está a favor del aborto sin causales, esa es una discusión que el parlamento puede dar, la va a dar ahí mismo en el Congreso, pero no estamos por la aprobación del aborto sin causales”, anunció el vocero del Palacio de La Moneda, Jaime Bellolio, en entrevista con Radio ADN.
Este proyecto de despenalización del aborto iniciará su primer trámite legislativo por segunda vez, luego que en agosto de 2018 fuera ingresado por diputadas opositoras, en un intento infructuoso por reformar el Código Penal, que estipula sanciones contra la interrupción del embarazo, excepto por unas pocas excepciones.
La última vez que el movimiento feminista se anotó una victoria en este tema fue en septiembre de 2017, cuando se aprobó y promulgó la Ley de Aborto que despenaliza la interrupción del embarazo para tres causales: riesgo de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación.
En el caso de esta última causal, la actual norma sólo permite realizar la interrupción hasta la semana 12 de gestación, o hasta la semana 14, si la madre es menor de 14 años.
El movimiento pro aborto legal viene creciendo en Chile, y tomó aún más fuerza después de la aprobación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en el Congreso de Argentina, una votación celebrada por miles de personas en las calles y redes sociales en el país y la región.
Según una reciente encuesta de Plaza Pública Cadem, un 56% de los chilenos está de acuerdo con el aborto legal, pero sólo en algunas circunstancias, mientras solo un 27% de los encuestados apoya la interrupción del embarazo “bajo cualquier motivo”.
Aunque el apoyo a una despenalización general del aborto aún es minoritario, según la encuesta, ganó más de diez puntos porcentuales con respecto a 2014, cuando solo lo aprobaba un 15%.