La investidura presidencial del independentista Quim Torrá quedó en manos de la agrupación anticapitalista CUP (Candidaturas de Unidad Popular), un movimiento que se autodefine como «organización política asamblearia de alcance nacional, que se extiende en los Países Catalanes y que trabaja para un país independiente, socialista, ecológicamente sostenible, territorialmente equilibrado y desligado de las formas de dominación patriarcales».
Las últimas elecciones dieron cierta preeminencia independentista en el Parlament, con una mayoría escasa del Junts per Catalunya alianza del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) y Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), al que se suma la coalición Esquerra Republicana de Catalunya-Catalunya Sí (ERC-Cat-Si) y CUP. Pero ante el procesamiento de los líderes de la fallida declaración de Independencia y el autoexilio de Carles Puigdemont, la forma de romper con el estancamiento y tener gobierno luego de cinco meses, apareció la candidatura de Quim Torrá, un editor y escritor de 56 años y perfil bajo. Era la forma de desafiar al gobierno de Mariano Rajoy y al Poder Judicial, que quiere preso al ex president, con la fórmula «Torrá al gobierno, Piuigdemont al poder».
En la intervención de la primera ronda de votación para su investidura, Torrá prometió ayer «trabajar sin descanso para construir una república independiente de España».
Pero desde la CUP entienden que no fue lo suficientemente rupturista en su propuesta. Natàlia Sánchez, diputada de ese movimiento explicaba la abstención de ayer. «No queda claro de qué modo Torrá va a dejar de hacer autonomismo y dirigirse a la independencia.» El resultado fue 66 votos por Torrá y 65 en contra (PP, PSOE y Ciudadanos) más las cuatro abstenciones de CUP. La aprobación era por mayoría absoluta.
Este lunes habrá una segunda ronda. A los independentistas esta vez les alcanza con la mayoría simple de los diputados. De repetirse la votación de ayer, Torrá será presidente el mismo lunes. Pero si CUP decide votar No, todo vuelve a foja cero. Será un domingo de arduas negociaciones en Cataluña. «