El Congreso de El Salvador prorrogó nuevamente este martes el «régimen de excepción», con el que el presidente Nayib Bukele se propone continuar con su «guerra» contra las pandillas, conocidas por estas regiones como «maras». El decreto, aprobado con amplia mayoría del oficialismo en el congreso unicameral que domina con sus aliados, prolonga un mes más este estado de sitio ampliado en todo el territorio nacional.
«Si bien se está ganando decididamente la guerra contra las pandillas, existen miembros que no han sido capturados y persisten en el actuar delictivo, haciendo necesario mantener las estrategias de seguridad», sostiene el decreto en uno de sus considerandos. Esta nueva ampliación, la decimosexta, entró en vigencia ayer y se extenderá hasta el 14 de agosto.
Mediante este artilugio legal, ya son más de 71.000 personas las que han sido detenidas bajos cargos de integrar bandas urbanas violentas. Pero crecen las denuncias por las violaciones a los Derechos Humanos que comenten las fuerzas de seguridad. «A pesar de las críticas de organizaciones desconectadas de la realidad de los pueblos, el régimen continuará porque sus resultados son innegables», señaló el presidente del Congreso, Ernesto Castro, informó la agencia AFP.
La diputada del partido opositor de izquierda Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Marleni Funes, argumentó en cambio que el decreto de represión «únicamente ha servido para violar Derechos Humanos de muchas personas». A su turno, el diputado del partido de derecha Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), Guillermo Gallegos, defendió el régimen y dijo que «los pandilleros no tienen ningún derecho y deben pagar por todo el dolor causado a los salvadoreños». El régimen de excepción permite, entre otras cosas, detenciones sin orden judicial y mediante el arbitrio de la fuerza policial.
La popularidad de Bukele, en tanto, se mantiene firme y su partido ya decidió ungirlo para un nuevo período en 2024. Es así que un día después del decreto de extensión, Bukele, anunció que renunciará a su cargo a finales del 2023 para presentar su candidatura a las elecciones presidenciales del año entrante junto con Félix Ulloa, para la vicepresidencia.
El jefe de la bancada parlamentaria del oficialista partido Nuevas Ideas, Christian Guevara, dijo que el mandatario nombrará a un presidente sustituto para gobernar hasta el momento de los comicios.
En una semana bastante agitada desde lo institucional, Bukele mantuvo también una reunión con el embajador de Estados Unidos, William Duncan. No hubo anuncios al término del encuentro. La relación entre la administración Biden y Bukele es tensa. EE UU lo acusa de jugar para Donald Trump.